Si realmente fuésemos más conscientes de la muerte en nuestra vida estoy seguro que se acabarían las guerras, la corrupción, la violencia y todos estaríamos únicamente preocupados en nuestra vida después de ella.
Entre la niñez, la adolescencia, la adultez y la ancianidad, la etapa que mas dura es definitivamente la ancianidad. En nuestro vida nos preparamos para entrar a la primaria, secundaria, universidad, para el trabajo y hasta para ser padres. Pero difícilmente nos preparamos para la ancianidad siendo la etapa que más se siente y donde los sueños desaparecen.
Que se le puede responder a un anciano que luego de cinco largos años de estar postrado en cama y cuyo único pensamiento que hoy le invade es que en cualquier momento va a tener que pasar a la eternidad.
¿Cuánto costara un nicho, pregunto él?
No hubo respuesta.
La ancianidad es una etapa donde poco te importa lo que fuiste o lo que hiciste. Las enfermedades no respetan la condición que tuviste. Si tuviste mucho o tuviste poco ya no tiene sentido. Todo es vanidad dijo el sabio salomón. El "único compañero" que te visita constantemente y que no te abandona es la muerte.
Hoy en día no es necesario ser viejo para poder experimentar tal situación.
En toda la ciudad, en algún lugar, por la zona urbana o por los cerros siempre hay un anciano que está esperando por personas que quieren que le visiten pero no para que le prometan salud, comodidad, confort, etc.
Lo único que quieren que le respondan es:
Cuanto cuesta un nicho y que será de ellos cuando mueran.
En recompensa, sin saberlo, ellos nos ofrecen ser mas conscientes de nuestra vida mientras somos jóvenes, que de nada vale pelear, que de nada vale las riquezas y que nos ayudaran a ser mas consciente que la muerte tarde o temprano llegará a nuestra vida.
A donde iremos luego que morimos debemos pensar más seguido...