Creo que, como toda persona promedia, era de aquellos que solamente leía para rendir un examen en la escuela y el colegio.
No fue sino hasta la adolescencia, y específicamente en la Universidad, que empecé a entender la importancia de la lectura diaria.
Las deficiencias emocionales en la adolescencia, y sobre todo un acné que se propuso arruinar mi rostro, mi reputación y en ese entonces también pensé que arruinaría mi futuro, fue el detonador para volcarme a la lectura diaria. Empecé a comprar muchos libros de auto ayuda que me llevaban a otro “mundo”.
Definitivamente leer es una ventana hacia otro “mundo”. Mientras leía cada libro me convertía en uno de los personajes de cada historia. Me hacía parte de las historias y mi imaginación se abría hasta el punto de no querer dejar de leer y desear que todas las cosas que les pasa a los personajes también me pasaran a mí. .
Pero los libros por más fascinantes que eran, no me resolvían mis problemas emocionales. Dejaba de leer y a los pocos minutos, todo ese “mundo” se derrumbaba y empezaba mi vida real. Una vida de tristeza, baja autoestima, depresión, y hasta el punto de poder renegar de mí.
Ya como los libros de auto ayuda no me resolvían mis problemas principales entonces que empecé a escuchar a muchos predicadores (estudiosos de la biblia que lo enseñan), su forma de enseñar, las hermosas perlas o gemas preciosas que descubrían en cada versículo fue lo que me impulsó a comprar mi propia biblia y empezar a leerla.
Cada vez que leía mi deseo se incrementaba más y más. Claro que a la lectura le añadía la oración, porque yo también quería encontrar esas perlas preciosas en cada versículo, y sabía que sólo Dios me los podía y los puede dar.
Antes de leer siempre me iba con una pregunta a resolver. Una duda, una inquietud que haya surgido o un problema a resolver. Llevaba la pregunta y al terminar de leer y orar tenía la respuesta.
Ya como los libros de auto ayuda no me resolvían mis problemas principales entonces que empecé a escuchar a muchos predicadores (estudiosos de la biblia que lo enseñan), su forma de enseñar, las hermosas perlas o gemas preciosas que descubrían en cada versículo fue lo que me impulsó a comprar mi propia biblia y empezar a leerla.
Cada vez que leía mi deseo se incrementaba más y más. Claro que a la lectura le añadía la oración, porque yo también quería encontrar esas perlas preciosas en cada versículo, y sabía que sólo Dios me los podía y los puede dar.
Antes de leer siempre me iba con una pregunta a resolver. Una duda, una inquietud que haya surgido o un problema a resolver. Llevaba la pregunta y al terminar de leer y orar tenía la respuesta.
Si con los simples libros de auto ayuda, la lectura me conducía a otro mundo, un mundo irreal, imaginario y el que nunca existiría; pues con la lectura de la BIBLIA me llevó al mundo celestial, al mundo espiritual, que existe y que EXISTIRÁ. La lectura de la Biblia me permitió entrar al mundo de de la FE, los milagros, la confianza en Dios.
Gracias a la BIBLIA pude conocer a un DIOS QUE SANA , porque me sanó de la depresión, tristeza, baja autoestima, al descontento y otros.
También gracias a la BIBLIA conozco a un DIOS QUE PROVEE, desde hace algunos años y gracias a Dios puedo estar en un trabajo al cual nunca pensé estar y sobre todo no estoy ahí por mis propias capacidades. Estoy ahí por el favor de Dios y por que así el lo dispuso:
He aquí, yo os ENVÍO como a ovejas...; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Y aun ante GOBERNADORES Y REYES seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
Mateo 10: 16 -18
La Biblia nos permite conocer a un Dios en sus múltiples "facetas", si se lo puede llamar así, el DIOS DE PAZ, EL DIOS DE GOZO, DIOS DE LOS MILAGROS, etc.
Lo más importante es que la BIBLIA nos permite conocer a un DIOS QUE SALVA, y desea que tengamos una felicidad eterna y juntamente con él. (Si quieres entender este párrafo debes leer: Plan de Salvación)
Como dijo el hombre más sabio de la historia, salomón: El FIN DE TODO discurso es esto, Teme a Dios, y guarda sus mandamientos, porque esto es todo el deber del hombre. (Eclesiastés 12:13)
Jesús dijo que muchos profetas y reyes desearon, pero no pudieron, VER y OÍR lo que ahora nosotros podemos VER Y OÍR, entonces debemos exigirnos a leer cada día la palabra de Dios en agradecimiento y sobre todo para poder aventurarnos al mundo de la fé y que todo es posible por la mano de Dios.
#Setiembre #MesDeLaBiblia
¡¡¡ MUCHAS BENDICIONES !!!
¡¡¡ MUCHAS BENDICIONES !!!