A
ver quién reconoce al personaje.
Él
fue un australiano muy famoso mundialmente que desde los 8 años se dedicó a
cuidar a los animales. Steve Irwin, un conservacionista de la fauna silvestre.
Y
google, el 22 de febrero del 2019, le rindió un homenaje por sus 57 años de
edad.
Para
tristeza de muchos él murió en su ley.
El
04 de setiembre del año 2006, el día siguiente que yo cumplía 23 años. No
saquen su cuenta tengo 35 años. Los noticieros mundiales informan que el
cazador de cocodrilos muere haciendo una grabación dentro del mar. Las
notificas informan que mientras estaban grabando con una raya, el animal le
pincha con su cola en el corazón. La muerte fue instantánea y el mundo pierde
uno de los hombres que ayudaba a que la fauna silvestre no desaparezca.
Lo
que hay que resaltar es que el hombre murió haciendo lo que le gustaba.
Dice
que los griegos, cuando muere alguien solo preguntaban una cosa:
¿Vivió
con pasión - Tenía pasión?
Algo
que se recomienda cuando estás por culminar la secundaria es que debemos elegir
una carrera profesional por vocación.
Esta
semana empezaron las clases universitarias y en el curso que me asignaron, de
deontología profesional, había preguntado a los estudiantes:
¿Qué significa vocación?
Y
la respuesta no se hizo esperar: Es hacer lo que te gusta.
¿Cuál sería la diferencia entre
vocación y pasión?
Hoy
en día muchas veces solo hacemos las cosas por vocación y no por pasión.
La
pasión que teníamos cuando éramos niños lo perdemos y no vivimos con pasión.
Es
por eso que he titulado este mensaje:
Misión
RLP – Recuperando la Pasión.
Porque
recuperando, porque mientras vamos creciendo lo vamos perdiendo. ¿Y cómo se
nota eso?
Pues.
Aquella
niña que alguna vez tenía la ilusión de casarse de blanco, sin embargo cuando
llega al colegio y la universidad se topa con uno que otro cocodrilo y ya no
tiene ese deseo. La gran mayoría lo pierde y se conforma por la convivencia y
al final solo se consuela con su bendición. Es triste a veces leer en las redes
sociales cuando dicen: Lo más importante de mi vida es mi hijo.
Voy
a poner otro caso.
Cuando
son niños muchas veces tenemos el deseo de ser médicos o abogados y decimos que
quisiéramos ser médicos para poder atender hasta gratuito a los pacientes y
poder ayudar. Pero luego cuando somos profesionales. Algo sucede y como alguna
vez me pasó cuando fui en un médico para consulta tenía que pagar 50 soles para
que me diga que mi tratamiento me va a costar 4,000.00 soles. Osea solo por
decirme el precio me cobran.
Lo
mismo pasa con la mayoría de las profesiones. Y es por eso que surge la
corrupción. Profesionales que solo quieren ganar más de la forma más fácil
posible y sin que le cueste mucho esfuerzo. Así surgen las coimas, los
sobornos, etc. Trabajar menos y ganar más. Perdieron la pasión y solo viven por
vocación. Ahora su único interés es tener más dinero y por enfocarse en la raíz
de todos los males, es que en la sociedad surge todos los males.
Y
a decir verdad en la sociedad son pocos profesionales que viven con pasión.
Casi la gran mayoría trabajamos siempre y cuando nos pagan.
Hoy
en día ningún médico, enfermero, profesor, trabajaría gratis. Todos tenemos un
precio.
Pero
el reto que tenemos es no perder la pasión, porque estaríamos siendo solo
esclavos.
En
primer lugar hay que identificar cuál es nuestra pasión.
¿Cómo saber cuál es nuestra
pasión?
Primero
qué hay algo en la vida que te causa enojo y qué es lo que te hace sentir
alegría o gozo.
Qué
es lo que saca lo peor de ti, y qué es lo que saca lo mejor de ti.
Por
ejemplo:
Al
Steve Irwin le causaba enojo que las personas estaban matando a los animales y que
la fauna desaparezca. Entonces eso le llevó a tener que ayudar a los animales y
eso le ocasionaba alegría.
Segundo
qué es lo que harías sin que te paguen.
¿Cómo recuperar la pasión?
El
que anda con sabios sabio será y el que anda con necios, necio será.
Dime
con quién andas y te diré quién eres.
No
yo no ando con nadie, aya entonces eres soltero dicen.
Nosotros
como cristianos debemos ser las personas más apasionadas ya que tenemos una
fuente de inspiración. Jesús y que Mel Gibson produjo la película LA PASIÓN DE
CRISTO.
Mientras
pasamos tiempo con Jesús vamos a poder recuperar la pasión en nuestra vida.
Leer
sobre su vida, meditar en ella a diario va a ocasionar que no perdamos la
pasión.
Cuando
tenía 14 años mis padres me preguntaron qué es lo que deseo ser. Yo les
respondí que quiero ser abogado. Eso porque en las novelas veía que los galanes
o protagonistas eran abogados y andaban con terno. Yo quería ser abogado porque
quería ponerme terno.
Luego
en la iglesia cuando nos visitaban algunos predicadores de lima en los
aniversarios me entusiasmaba y cuando mi madre me preguntó qué es lo que
quisiera estudiar. Yo le respondí: Quiero ser predicador. Era mi deseo.
Pero
pasaron los años, ese anhelo lo perdí o mejor dicho lo descuide y no lo cultive
y luego después de muchos años, para ser exacto el año 2009 un pastor me dice
que predique. Entonces ahí recordé lo que alguna vez había deseado.
Y
desde entonces Dios me ha permitido predicar hablando y también escribiendo.
Gracias
a Dios hoy en día puedo escribir en el diario página 3 sin que me paguen y ese
deseo había surgido cuando una vez había leído en el diario ahora un artículo
que decía: El evangélico y el borracho. Un artículo que ridiculizaba a los
evangélicos como que los evangélicos no saben pensar. Cuando lo leí me enojé y
dije:
Teniendo
la posibilidad de educar, cómo lo único que quiere es desprestigiar.
Y
es así que desde el año pasado Dios también me ha permitido poder escribir en
diario página 3 y puedo escribir sobre temas de mi carrera profesional y
algunos mensajes cristianos.
Escribir
me apasiona y ahora lo puedo hacer sin que me pagan. Si algún día me pagan
sería un golazo.
Jóvenes
Dios nos ha dado muchos talentos y también quiere darnos sus dones para poder
servir a los demás. Dones de
evangelista, dones de sanidad, don de maestro. Jesús hacía milagros, sanaba a
los enfermos, visitaba a los enfermos y daba de comer a multitudes. Todo lo
hacía con pasión y toda su vida fue una vida de pasión.
Y
la única manera de no perderlo es cuando nos mantenemos cerca de él. Pasando
tiempo con él durante el día. Orando y leyendo su palabra.