22 sept 2016

#066 Como desarrollar nuestra Fe



En china hay una clase de bambú que tiene un enorme crecimiento en tan corto tiempo.
El bambú crecerá del tamaño de un edificio de 9 pisos en tan solo cinco semanas luego que a la planta se le ve por primera vez en el piso.
Sin embargo desde que se siembra hasta observarlo por primera vez lo toma como siete años.
Desde que el agricultor siembra la semilla tiene que regar cuidadosamente. El primer año riega y nada sucede, el segundo año riega y nada sucede, el tercero y cuarto año riega y tampoco puede ver nada. Finalmente el quinto año puede observar una pequeña planta. Luego de que la planta se ve por primera vez y durante las cinco semanas después el bambú crecerá a más de nueve pies de alturas. 
¿Acaso el bambú creció de ese tamaño en corto tiempo, o creció nueve pies en siete años?
El crecimiento logrado fue producto de los cinco años de riego continuo del agricultor. 
Si el agricultor hubiera tomado un descanso y no hubiera regado la semilla, nunca hubiera ocurrido este crecimiento. 
De la misma manera funciona nuestra Fe. 
Hasta que podamos ver lo que esperamos debemos seguir regando y desarrollando nuestra fe mediante la lectura de la palabra de Dios y la ORACIÓN. 
¿La pregunta es?
¿Aún tienes algo que esperas ver y recibir?
Si aún tienes algo que esperas recibir de parte de Dios siéntete dichoso porque desafortunadamente millones de personas han dejado de regar su fe y han conseguido las cosas por sus propias capacidades dejando de lado a Dios.
El gran problema de ellos es que nunca van a poder dar la gloria a Dios.

Nunca digas: Mi poder y mi fuerza de mi mano me han producido esta riqueza.
Deuteronomio 8:17

La única forma de glorificar a Dios es cuando logramos conseguir o ver aquello que hemos estado esperando luego que lo hemos sembrado en la tierra de la ORACIÓN y cultivado mediante la PALABRA DE DIOS.

Recordando siempre lo que Jesús nos dijo:

Permaneced en mí, y yo en vosotros...Porque separados de mí nada podéis hacer. 
San Juan 15: 4-5

Aquí comparto un hermoso canto sobre lo sencillo de nuestra fé
Dame una fe sencilla, para curar con esperanza la tristeza
Dame una fe sencilla, que no le da espacio a la mentira
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