19 ene 2019

#108 En los negocios de mi padre



Han pasado casi 12 años desde que Jesús había nacido. La primera aparición de Jesús es casi en la adolescencia. Normalmente se dice que la adolescencia es una edad difícil porque el joven o señorita muchas veces se rebelan contra los padres.
Sin duda es una edad de cambios y pérdidas. Cambios en el aspecto físico, emocional y también donde se deja de lado o se pierde toda la inocencia de niños, empezando por los juguetes, los dibujos animados y hasta lo peor es que muchos llegan a perder la relación y la comunicación con sus padres.

Según las estadísticas un alto porcentaje de adolescentes llega a detestar y rechazar a los padres a esa edad. Muchos terminan yéndose de casa con el deseo de ser independientes en la vida.
Jesús se encuentra en esa edad y la biblia nos narra que había ido Jerusalén - con sus padres - para celebrar la pascua, como lo hacía siempre.
Pero su inquietud adolescente y por el descuido de sus padres se llega a PERDER. No volvió con ellos a Nazaret y sus padres muy preocupados, empezaron a buscarlo y volvieron a Jerusalén.

Luego de 3 días lo encuentran en el templo de Jerusalén hablando con los maestros.
En una forma de reprimenda, con cierta preocupación, su madre le dice:
—Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?. Tu padre y yo hemos estado desesperados buscándote por todas partes.
Y Jesús respondió:
- ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
¡Pero qué magnífica respuesta de Jesús! La respuesta me lleva a imaginar que María y José durante 12 años, quizás empezando desde los 6 años le dijeron a Jesús que su padre realmente es Dios. Y que le era necesario estar en los negocios de Dios o prefiero llamar planes de Dios.
Él quizás hablaba con los maestros del templo sobre temas de los profetas, de la vida, de las profecías; y los maestros se asombraban de sus preguntas y respuestas.
_A temprana edad tenía bien en claro a qué se debería dedicar: Tenía que estar involucrado en los planes de su padre._

La pregunta para este año es:
¿En qué negocios te es necesario estar este año? ¿En los negocios/planes terrenales o en los negocios/planes de Dios? ¿Vivir preocupado por querer tener más dinero, un carro o una casa o vivir pensando en las cosas de Dios.?
Cada día tomamos muchas decisiones y sin duda las mejores son las que van relacionado con nuestras convicciones.

Que este año tengas buenas decisiones y que te ayuden a crecer en tu relación con Dios.

Si nuestro deseo para este año es solo acumular cosas materiales y no ser una mejor persona o un mejor hijo de Dios, entonces ya hemos fracasado.