Debi cuenta:
Mientras escuchaba el mensaje, no recuerdo si sucedió al principio de su mensaje o a la mitad o quizás cerca del final, pero en algún momento mientras predicaba el predicador, Dios me dijo: “El Es Con Quien Te Vas A Casar”
Al llegar a casa esa noche le platiqué a mi mamá lo ocurrido. Le dije que Dios me había dicho que cuando creciera me iba a casar con el predicador. Lo entregué el volante. Aquí está el nombre del predicador, le dije. Mi mamá lo tomó como cosa de todos los días. Solamente me dijo: Bueno, necesitas comenzar a orar por él. Siendo un predicador va a necesitar de mucha oración.
Pasaron varios años y logré conocerlo. Michael y yo llegamos a conocernos de una manera muy sana. Nunca compartimos nada profundo acerca de nuestros sentimientos. Observé que tenía un corazón para ganar las almas perdidas y él observó mi disposición para involucrarme y hacer los trabajos menos agradables pero necesarios por causa del evangelio, y disfrutar cada minuto de ello.
“Michael era el hombre de Dios, un predicador que necesitaba un guerrero fiel de oración. El estaba en medio de ganar a miles de soldados para Cristo… El era muy atractivo y mujeres atractivas persiguiéndolo serían una amenaza constante a su ministerio, y sí lo persiguieron por montones. Estas podrían ser una tentación extrema a su carne. Dios estaba en busca de una ayuda idónea que orara, no por sí misma, para tener un príncipe maravilloso, sino a una ayuda idónea que comenzara a AYUDAR a este guerrero de Dios para que pudiera hacer el trabajo que Dios le tenía.
Michael Necesitaba de una ayuda idónea que orara por él mucho tiempo antes de que necesitara una esposa. Yo oré. Mi mamá me recordaba que orara. Se nos manda a orar por los obreros.
Cuando cumplí 20 años sabía que el tiempo se estaba acercando. No obstante, parecía que Mike nunca se había dado cuenta de que yo pertenecía al sexo femenino. Esto comenzaba a irritarme, de manera que le jugué una broma.
Mientras fuimos en la cabaña donde nos habíamos conocido le dije a uno de sus amigos que me ayudara a jugarle una broma. Con mi brazo fuertemente entrelazado al brazo de su amigo nos acercamos caminando y riéndonos nerviosa y tontamente hacia donde Mike estaba conversando con el hermano Pearl, uno de los predicadores y le dije: Hermano Pearl, me voy a casar. Realmente no sé qué es lo que esperaba que él , Michael, dijera. Su expresión inmediatamente me hizo estar seria, deseando no haber jugado esa broma.
Después de que nos casamos, me dijo Michael que en ese momento súbitamente me vio de una manera completamente diferente. Me dijo que siempre había dado por un hecho que yo estaría ahí como su compañera, su amiga y su ayudadora.
Reflexión de debí:
¿Estas sentada esperando que Dios te lo traiga, sin embargo, nunca le pides por fuerza, honor y valentía para este hombre de Dios?
¿Qué joven guerrero NECESITA tus fieles oraciones?”
Empieza a orar bien. No para ti misma y para que consigas un maravilloso galán , sino por el guerrero que cumplirá la misión de Dios