Cuando los hermanos llegaron al culto, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:
"Ayer murió la persona que impedía el crecimiento espiritual de usted en ésta iglesia.
"Está invitado al velorio, en la sala de atrás".
Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus hermanos, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento espiritual de sus hermanos y la congregación.
La agitación en la sala de atrás era tan grande que fue necesario llamar a los diáconos para organizar la fila en el velorio.
Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba
¿Quién será que estaba impidiendo mi crecimiento ? ¡Qué bueno que el infeliz murió, decían algunos fariseos!!
Uno a uno, los hermanos agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco.
Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.
Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo..
Cada uno se veía a sí mismo, con el siguiente letrero: "Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento espiritual: ¡TU MISMO"!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida,.
Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tú eres la única persona, con la ayuda de Dios, que se puede ayudar en su crecimiento espiritual.
Tu Vida Espiritual No cambiará cuando cambia tu líder, tu pastor, tu congregación.
Tu Vida espiritual cambia cuando tú cambies, cambien tus hábitos, eres el único responsable de ella.
Porque si vivís conforme a la carne, MORIRÉS; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, VIVIRÉIS. (Romanos 8:13)