En el internet existe muchas historias y testimonios se hombres que tuvieron la revelación del cielo y el infierno.
Se han escrito muchos libros sobre ello, entre los que destacan están "Una Revelación Divina del cielo y el infierno" y "23 minutos en el infierno" a mi opinión son los más interesantes.
Creo que como cristianos se hace necesario tener que leer de vez en cuando dichos libros o pueden ser otros.
Leerlos, pero no con la finalidad de poder atemorizarnos y tener miedo. Nadie debería ser cristiano por el temor y miedo de no ir al infierno. Eso si sería lo peor.
Sino leerlo para ser un poco más consciente de lo que creemos y sobre todo para poder "aclarar" algo sobre la eternidad. Hay que leer y preferir libros sobre el cielo y el infierno pero que se sustenten en la biblia y no sólo se basan en experiencias.
Hacia donde voy.
Hoy que nos corresponde salir a EVANGELIZAR un poco recordé algunas historias sobre la eternidad, específicamente sobre el infierno.
Me recordé de alguien que cuando estuvo en el infierno y vio a sus amigos y familiares que le decían:
Porque no me hablaste tan claramente sobre esto. Porque no me enseñaste. Tanto tiempo estuviste conmigo y fuiste egoísta al no decirme que existía este lugar de tormento.
El más terrible fue de una hija diciendo a su padre:
Porque no me OBLIGASTE y me PEGASTE para recibir a cristo como mi salvador personal?
Definitivamente solo cuando estamos en el cielo sabremos que tan cierto son esos testimonios pero si hay algo que podamos tener en cuenta para hoy es que cuando estemos COMPARECIENDO EN EL TRIBUNAL DE CRISTO (Romanos 14:10 - 12) seremos juzgados de lo que hayamos hecho mientras estuvimos en el cuerpo. En el tribunal no seremos condenados, sino que seremos juzgados para poder recibir las recompensas por lo bueno o malo que hemos hecho.
Creo que definitivamente si de algo vamos a tener que estar avergonzados, quizás triste, o hasta vamos a llorar es que vamos a recordar de todas las oportunidades que tuvimos para hablar de Dios, pero que por muchos motivos no lo hicimos.
Hoy es una buena oportunidad para hablar de Dios.
Somos sembradores de la palabra.
No tengamos verguenza, miedo o temor.
Vayamos con Amor.
Un predicador decía que por cada alma que va al cielo, hay miles que van al infierno.
Vayamos por los miles.
