1 sept 2018

#101 ¡Ya me bauticé! ¿Y ahora qué?


En una reunión de jóvenes donde tuvimos mesa redonda - era dos sábados después que hubo bautizo en la iglesia-; un joven hizo una pregunta en un papelito:
Ya me bauticé y ahora ¿qué sigue?
Muchos de los jóvenes que se habían bautizado provenían de la iglesia católica – al menos eso nos informaron -, entonces me imaginé que el joven quería saber si había otra actividad o “sacramento cristiano” que tenía que cumplir. Indudablemente fue una gran pregunta y que todo cristiano debería tener una respuesta. Aquí comparto la mía.

Cuando somos cristianos, es decir nos arrepentimos y bautizamos, pareciera que no hay nada más que hacer – salvo esperar el matrimonio – y por desgracia con eso se piensa que la vida cristiana es aburrido.
Pero luego de bautizarnos hay todo un mundo que explorar, además de superar las dificultades como cristianos también hay cinco cosas muy importantes que “hacer” – aunque eso no dependa de nosotros -  y de esa manera no ser cristianos aburridos o mediocres. 

Cinco cosas que hacer: 

1° Ser llenos del espíritu santo

El apóstol pablo dice:

No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu [Santo].
Efesios 5:18
Como cristianos, cada día, debemos procurar llenar nuestra vida del Espíritu Santo de tal manera que cada día podamos pensar las cosas de Dios, hablar las cosas de Dios y actuar como Dios actuaría. Que el Espíritu Santo domine todo nuestro ser y hagamos su voluntad y no la nuestra. Pensar más en las cosas celestiales y no en las cosas terrenales.  Y para ser llenos del Espíritu Santo debemos cada día leer la biblia, orar y escuchar la palabra de Dios.

2° Dar los frutos del Espíritu Santo
El apóstol pablo dice:
Mas el fruto del Espíritu [Santo] es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley.
 Gálatas 5:22 – 23

Luego que somos llenos del Espíritu Santo nuestra vida debe dar los frutos que se menciona en versículo mencionado.
El rencor, el odio, irritarnos fácilmente, intranquilidad, desesperación, desesperanza, impaciencia y todos los antónimos de cada uno de los frutos debe desaparecer en nuestra vida. La mentira – aunque no aparece en la lista – pero no debe haber en nuestra vida. Cada día nos corresponde controlar que los frutos del Espíritu exista en nuestra vida, pero como hay que entender que esto no dependerá de nosotros, sino de cuánto estamos llenos del Espíritu Santo. De nada nos servirá poder poner de nuestro esfuerzo si no hacemos las cosas para estar llenos del Espíritu Santo.

3° Cumplir la orden o el mandato de Jesús

Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
Tomarán en las manos serpientes, y si bebiere cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
San Marcos 16: 15 - 18

Otra de las cosas que tenemos que hacer es que debemos compartir la palabra de Dios a todo el mundo para que también otros crean en Dios y sean salvos.
Nuestros días no es como fue en los tiempos de Jesús. En aquellos tiempos muchas ciudades no tenían conocimiento de Dios, como nosotros lo conocemos, sino que creían en otros dioses (el sol, el aire, el dios del mar, el dios de la tierra, etc.). Entonces para los discípulos el trabajo era dar a conocer a Dios en todos esos lugares para que crean en él.
Aparentemente pudo haber sido fácil, pero no lo era.
En cambio ahora vemos que la gran mayoría de personas sabe de Dios y conoce de Dios. Difícilmente nadie ignora que existe un Dios que nadie puede ver.
Sin embargo muchos conocen de Dios, pero no conocen a Dios. Todos creen en él, pero no muchos le obedecen.
Hoy en día además de predicar debe ir acompañado de milagros o como dice nuestro señor Jesucristo de señales. Echar fuera demonios, hablar en lenguas, sanar enfermos, etc.
Ahora las señales no dependerá de nosotros, sino dependerá de cuánto creemos a Dios.

4° Administrar los dones del Espíritu Santo

No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego de los que hacen milagros, después de los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

1 Corintios 12:1-28

Así como tenemos nuestras profesiones para solucionar un problema de la sociedad o contribuir con el desarrollo de la sociedad, también Dios nos da “profesiones” para poder solucionar los problemas espirituales de la sociedad y también para que la sociedad se desarrolle espiritualmente y las personas pueden ser edificadas. En el versículo se señalan diversas profesiones y debemos desarrollarlo por encima de nuestra profesión terrenal.

5° El camino más excelente
Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.

En proceso de redacción.