En una reunión de jóvenes donde tuvimos mesa redonda - era dos sábados después que hubo bautizo en la iglesia-; un joven hizo una pregunta en un papelito:
Ya me bauticé y ahora ¿qué sigue?
Muchos de los
jóvenes que se habían bautizado provenían de la iglesia católica – al menos eso
nos informaron -, entonces me imaginé que el joven quería saber si había
otra actividad o “sacramento cristiano” que tenía que cumplir. Indudablemente
fue una gran pregunta y que todo cristiano debería tener una respuesta. Aquí comparto la mía.
Cuando somos
cristianos, es decir nos arrepentimos y bautizamos, pareciera que no hay nada
más que hacer – salvo esperar el matrimonio – y por desgracia con eso se piensa que la vida cristiana es aburrido.
Pero luego de
bautizarnos hay todo un mundo que explorar, además de superar las dificultades como cristianos también hay cinco cosas muy importantes que “hacer” – aunque eso no dependa de nosotros - y de esa manera no ser cristianos aburridos o mediocres.
Cinco cosas que hacer:
1° Ser llenos del espíritu santo
El
apóstol pablo dice:
No os embriaguéis con vino, en lo cual
hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu [Santo].
Efesios 5:18
Como cristianos, cada
día, debemos procurar llenar nuestra vida del Espíritu Santo de tal manera que
cada día podamos pensar las cosas de Dios, hablar las cosas de Dios y actuar
como Dios actuaría. Que el Espíritu Santo domine todo nuestro ser y hagamos su
voluntad y no la nuestra. Pensar más en las cosas celestiales y no en las cosas
terrenales. Y para ser llenos del
Espíritu Santo debemos cada día leer la biblia, orar y escuchar la palabra de
Dios.
2° Dar los frutos del Espíritu Santo
El apóstol pablo
dice:
Mas el fruto del Espíritu [Santo] es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza,
contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 5:22 – 23
Luego que somos
llenos del Espíritu Santo nuestra vida debe dar los frutos que se menciona en
versículo mencionado.
El rencor, el odio,
irritarnos fácilmente, intranquilidad, desesperación, desesperanza, impaciencia
y todos los antónimos de cada uno de los frutos debe desaparecer en nuestra
vida. La mentira – aunque no aparece en la lista – pero no debe haber en
nuestra vida. Cada día nos corresponde controlar que los frutos del Espíritu
exista en nuestra vida, pero como hay que entender que esto no dependerá de
nosotros, sino de cuánto estamos llenos del Espíritu Santo. De nada nos servirá
poder poner de nuestro esfuerzo si no hacemos las cosas para estar llenos del
Espíritu Santo.
3° Cumplir la orden o el mandato de Jesús
Y
les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
Tomarán en las manos serpientes, y si
bebiere cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos,
y sanarán.
San Marcos 16: 15 - 18
Otra de las cosas
que tenemos que hacer es que debemos compartir la palabra de Dios a todo el
mundo para que también otros crean en Dios y sean salvos.
Nuestros días no es
como fue en los tiempos de Jesús. En aquellos tiempos muchas ciudades no tenían
conocimiento de Dios, como nosotros lo conocemos, sino que creían en otros
dioses (el sol, el aire, el dios del mar, el dios de la tierra, etc.). Entonces
para los discípulos el trabajo era dar a conocer a Dios en todos esos lugares
para que crean en él.
Aparentemente pudo
haber sido fácil, pero no lo era.
En cambio ahora
vemos que la gran mayoría de personas sabe de Dios y conoce de Dios.
Difícilmente nadie ignora que existe un Dios que nadie puede ver.
Sin embargo muchos
conocen de Dios, pero no conocen a Dios. Todos creen en él, pero no muchos le
obedecen.
Hoy en día además
de predicar debe ir acompañado de milagros o como dice nuestro señor Jesucristo
de señales. Echar fuera demonios, hablar en lenguas, sanar enfermos, etc.
Ahora las señales
no dependerá de nosotros, sino dependerá de cuánto creemos a Dios.
4° Administrar los dones del Espíritu Santo
No quiero, hermanos, que ignoréis
acerca de los dones espirituales
Y a unos puso Dios en la iglesia,
primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego de los que
hacen milagros, después de los que sanan, los que ayudan, los que administran,
los que tienen don de lenguas.
1 Corintios 12:1-28
Así como tenemos nuestras profesiones para solucionar un
problema de la sociedad o contribuir con el desarrollo de la sociedad, también
Dios nos da “profesiones” para poder solucionar los problemas espirituales de
la sociedad y también para que la sociedad se desarrolle espiritualmente y las
personas pueden ser edificadas. En el versículo se señalan diversas profesiones
y debemos desarrollarlo por encima de nuestra profesión terrenal.
5° El camino más excelente
Procurad,
pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.