5 may 2020

#127 El virus más peligroso de la historia




Hola amigos espero que estén bien.

Hoy quiero compartir con ustedes algo que desde hace mucho tiempo se ha mal interpretado de los evangélicos y que, en esta oportunidad, gracias al coronavirus, espero explicarlo.

Hay quienes piensan y dicen, yo no quiero ser parte de una iglesia evangélica porque ahí prohíben muchas cosas. Y si bien esto puede ser cierto, pero hoy quiero darte una explicación sobre ello.

Hoy en día por la pandemia del coronavirus se han impuesto muchas prohibiciones en nuestra sociedad, como por ejemplo:

1.- No saludarse con las manos,
2.- No abrazarse,
3.- No llevar la mano a la nariz,
4.- No reunirse en grupos,
5.- No salir a correr,
6.- No hacer viajes
7.- Usar mascarillas
8.- No hacer fiestas
9.- etc, etc
10.-

Ahora yo pregunto, esas prohibiciones ¿son malas? Definitivamente que no, sin embargo, en este momento está prohibido ya que si lo hacemos podemos estar más propensos a ser contagiados o contagiar a otros y morir.

De igual manera, en el ámbito cristiano, los cristianos nos imponemos ciertas restricciones o prohibiciones con el propósito de no ser contagiados por el virus más grande de la historia: el virus del pecado.

El pecado es tan terrible que nos destruye, nos hace ocasionar grandes pérdidas y también nos mata.

Ahora quizás te estarás preguntando qué es el virus del pecado.

¿Qué es el virus del pecado?
El pecado es cualquier acto que hacemos que nos lleva a desobedecer a Dios.
A Adán y Eva Dios les dijo que no deben comer del fruto de un árbol, pero ellos comieron, desobedecieron y pecaron.

¿Cuál es la consecuencia del pecado?
Así como el coronavirus, hoy en día, está ocasionando distanciamiento, es decir si alguien lo tiene entonces esa persona debe estar aislado, en cuarentena y separado de los demás.
Así también el pecado nos ocasiona un distanciamiento con Dios. Cuando pecamos y no nos arrepentimos, entonces vamos a estar distantes de Dios y hasta podemos pasar la eternidad separados de Dios.
Él en el cielo y los que no se arrepienten en el infierno.

¿Cuáles son los síntomas del pecado?
Así como el coronavirus tiene síntomas, así también el pecado tiene sus síntomas, pero en esta ocasión solo voy a referirme al principal.

Un síntoma cuando el pecado está en nuestra vida es que vamos a distanciarnos de Dios. No vamos a querer saber nada de él, no vamos a querer escuchar su palabra, orar, leer la biblia y no nos va a interesar las cosas que le interesa a Dios.

Hay muchos jóvenes preguntan: Pero por qué no podemos hacer tal o cual cosa, si Jesús también hacía.
Yo les digo:
Claro, pero también él se levantaba a orar en las madrugadas, en otras ocasiones se pasaba orando toda la noche y en la mañana sanaba a los enfermos y a los quebrantados de corazón.

A veces queremos imitar a Jesús en algunas cosas, pero no lo hacemos en lo principal.

Una de frase que siempre digo es:
Muchas veces queremos ir al cielo, pero no queremos hacer, aquí en la tierra, las cosas que haremos en el cielo. No sé exactamente las cosas que haremos en el cielo, pero sí estoy seguro, muy seguro que dos cosas elementales vamos hacer: hablar con Dios y escucharle.

Alguna vez me dije:
Lenin, con qué cara vas a llegar al cielo y decirle a Dios: Padre, cuánto he querido conocerte y hablar contigo, si aquí en la tierra ni siquiera te das tiempo para hablar con él y escucharle.

Estimados amigos, los cristianos evangélicos dejamos de hacer algunas cosas porque somos débiles y sabemos que esas cosas nos alejan de Dios.

¿Cómo es el diagnóstico?

En cierta ocasión a Dios hijo, Jesús, le preguntaron, cuál es el principal mandamiento. En el tiempo de Jesús había 613 prohibiciones aproximadamente. 613 leyes que no se debía hacer para obedecer a Dios. Pero tal parece que le dijeron, sabes Jesús, nos es difícil cumplir todos, la verdad que nos prohíben de todo y solo queremos saber cuál es el principal o más importante.
Jesús les respondió:
Todas las leyes se resumen en:
Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Querido amigo, cómo reconocemos que el virus del pecado está tocando nuestra vida. Aquí te va el diagnóstico. Cada día debemos evaluar lo que hacemos y si lo que hacemos como responsabilidad, obligación, pasatiempo, diversión o entretenimiento nos aleja de Dios, es decir si ya tenemos menos ganas de leer la biblia, orar y no nos interesa las cosas que le interesan a Dios... entonces el virus del pecado ha llegado a nuestra vida y no estaremos amando a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas.

¿Cuál es la terapia?
¿Qué debemos hacer cuando pase eso?
Hacer un alto, alejarnos y ponernos en cuarentena de esas cosas porque tarde o temprano cuando el virus del pecado nos atrape, nos va a destruir, nos va a ocasionar grandes pérdidas y la muerte espiritual vendrá a nuestra vida.
Renegaremos de las cosas de Dios y nos vamos a convertir en un instrumento de mal. Haremos lo malo y diremos, pero si todos lo hacen. Nos convertiremos en un productor de mal y no de bien.

Amigo, en algunos vehículos hay una frase que dice:
Hoy es un gran día, no permitas que un idiota te lo arruine.

Así también, en la biblia, Dios nos dice:
Yo quiero darte una buena vida, no permitas que el virus del pecado te lo impida.

Gracias por tu atención, espero que me veas y escuches en otro momento y que Dios te bendiga.