Hola amigos espero que estén bien.
Hoy quiero compartir con
ustedes algo que desde hace mucho tiempo se ha mal interpretado de los evangélicos
y que, en esta oportunidad, gracias al coronavirus, espero explicarlo.
Hay quienes piensan y dicen,
yo no quiero ser parte de una iglesia evangélica porque ahí prohíben muchas
cosas. Y si bien esto puede ser cierto, pero hoy quiero darte una explicación
sobre ello.
Hoy en día por la pandemia del
coronavirus se han impuesto muchas prohibiciones en nuestra sociedad, como por
ejemplo:
1.- No saludarse con las
manos,
2.- No abrazarse,
3.- No llevar la mano a la
nariz,
4.- No reunirse en grupos,
5.- No salir a correr,
6.- No hacer viajes
7.- Usar mascarillas
8.- No hacer fiestas
9.- etc, etc
10.-
Ahora yo pregunto, esas prohibiciones
¿son malas? Definitivamente que no, sin embargo, en este momento está prohibido
ya que si lo hacemos podemos estar más propensos a ser contagiados o contagiar
a otros y morir.
De igual manera, en el ámbito
cristiano, los cristianos nos imponemos ciertas restricciones o prohibiciones
con el propósito de no ser contagiados por el virus más grande de la historia: el
virus del pecado.
El pecado es tan terrible que
nos destruye, nos hace ocasionar grandes pérdidas y también nos mata.
Ahora quizás te estarás
preguntando qué es el virus del pecado.
¿Qué es el virus del pecado?
El pecado es cualquier acto
que hacemos que nos lleva a desobedecer a Dios.
A Adán y Eva Dios les dijo que
no deben comer del fruto de un árbol, pero ellos comieron, desobedecieron y
pecaron.
¿Cuál es la consecuencia
del pecado?
Así como el coronavirus, hoy
en día, está ocasionando distanciamiento, es decir si alguien lo tiene entonces
esa persona debe estar aislado, en cuarentena y separado de los demás.
Así también el pecado nos ocasiona
un distanciamiento con Dios. Cuando pecamos y no nos arrepentimos, entonces vamos
a estar distantes de Dios y hasta podemos pasar la eternidad separados de Dios.
Él en el cielo y los que no se arrepienten en el
infierno.
¿Cuáles son los síntomas del pecado?
Así como el coronavirus tiene
síntomas, así también el pecado tiene sus síntomas, pero en esta ocasión solo voy
a referirme al principal.
Un síntoma cuando el pecado
está en nuestra vida es que vamos a distanciarnos de Dios. No vamos a querer
saber nada de él, no vamos a querer escuchar su palabra, orar, leer la biblia y
no nos va a interesar las cosas que le interesa a Dios.
Hay muchos jóvenes preguntan:
Pero por qué no podemos hacer tal o cual cosa, si Jesús también hacía.
Yo les digo:
Claro, pero también él se levantaba
a orar en las madrugadas, en otras ocasiones se pasaba orando toda la noche y
en la mañana sanaba a los enfermos y a los quebrantados de corazón.
A veces queremos imitar a
Jesús en algunas cosas, pero no lo hacemos en lo principal.
Una de frase que siempre digo
es:
Muchas veces queremos ir al
cielo, pero no queremos hacer, aquí en la tierra, las cosas que haremos en el
cielo. No sé exactamente las cosas que haremos en el cielo, pero sí estoy
seguro, muy seguro que dos cosas elementales vamos hacer: hablar con Dios y
escucharle.
Alguna vez me dije:
Lenin, con qué cara vas a
llegar al cielo y decirle a Dios: Padre, cuánto he querido conocerte y hablar
contigo, si aquí en la tierra ni siquiera te das tiempo para hablar con él y
escucharle.
Estimados amigos, los
cristianos evangélicos dejamos de hacer algunas cosas porque somos débiles y
sabemos que esas cosas nos alejan de Dios.
¿Cómo es el diagnóstico?
En cierta ocasión a Dios hijo,
Jesús, le preguntaron, cuál es el principal mandamiento. En el tiempo de Jesús
había 613 prohibiciones aproximadamente. 613 leyes que no se debía hacer para obedecer a Dios. Pero tal parece que le dijeron, sabes Jesús, nos es difícil cumplir
todos, la verdad que nos prohíben de todo y solo queremos saber cuál es el
principal o más importante.
Jesús les respondió:
Todas las leyes se resumen en:
Amarás a Dios con todo tu
corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
Querido amigo, cómo
reconocemos que el virus del pecado está tocando nuestra vida. Aquí te va el
diagnóstico. Cada día debemos evaluar lo que hacemos y si lo que hacemos como responsabilidad,
obligación, pasatiempo, diversión o entretenimiento nos aleja de Dios, es decir
si ya tenemos menos ganas de leer la biblia, orar y no nos interesa las cosas
que le interesan a Dios... entonces el virus del pecado ha llegado a nuestra
vida y no estaremos amando a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas.
¿Cuál es la terapia?
¿Qué debemos hacer cuando pase
eso?
Hacer un alto, alejarnos y ponernos
en cuarentena de esas cosas porque tarde o temprano cuando el virus del pecado nos
atrape, nos va a destruir, nos va a ocasionar grandes pérdidas y la muerte
espiritual vendrá a nuestra vida.
Renegaremos de las cosas de
Dios y nos vamos a convertir en un instrumento de mal. Haremos lo malo y
diremos, pero si todos lo hacen. Nos convertiremos en un productor de mal y no
de bien.
Amigo, en algunos vehículos hay una frase que dice:
Hoy es un gran día, no permitas que un idiota te lo
arruine.
Así también, en la biblia, Dios nos dice:
Yo quiero darte una buena vida, no permitas que el virus
del pecado te lo impida.
Gracias por tu atención,
espero que me veas y escuches en otro momento y que Dios te bendiga.