30 mar 2016

#055 Hasta que la Muerte Nos Una



Es una tradición escuchar en los matrimonios decir al pastor, para sellar la unión de dos personas, la frase: Estarán Juntos Hasta Que La Muerte los Separe. Desde ese momento ambos saben que sólo la muerte podrá separarles físicamente y pasar a la eternidad. 
Las etapas que han pasado, como amigos, enamorados y novios permite que se conozcan cada vez más, se van amoldando, se van "formando" y en resumen se van preparando para que finalmente puedan unir sus vidas. 

Estoy convencido que el matrimonio es una forma de decirle a la otra persona:
Te amo demasiado que no puedo estar lejos de ti, quiero vivir cada minuto contigo y junto a ti. Quiero que seas lo primero que vea cuando me despierte cada mañana y la última persona que vea antes de dormir.

Nadie, hoy en día, desearía unirse y compartir todos los años de su vida a alguien de quien no sabe nada de él o ella. Mucho menos sin saber si esa persona sería una ayuda o no para los propósitos de Dios.

¿Que pasaría si Dios también tendría ese cuidado con nosotros?
Tener que conocernos antes de que pasemos a la eternidad junto a él.
Con qué derecho podríamos decir luego que morimos: 
Padre cuánto he deseado estar contigo sin que al menos mientras hemos vivido no hemos ido conociéndole y acostumbrarnos a su presencia aquí en la tierra.

Así como hay etapas(amigos, enamorados, novios) antes de unir nuestra vida a alguien, también nuestros momentos de oración y el estudio de su palabra son esos momentos donde le podemos conocer más a Dios, nos preparamos aquí en la tierra hasta poder estar junto con él y hasta que la muerte nos una, con nuestro padre, eternamente y, valga la redundancia, para siempre.

El apóstol Pablo dijo alguna vez:
Por eso nos empeñamos en AGRADARLE, ya sea que vivamos en nuestro cuerpo o que lo hayamos dejado.
2 Corintios 5:9

ACTIVIDAD
Así como nos esforzamos y empeñamos en agradar a la pareja, mucho más esforcémonos en CONOCER Y AGRADAR a Dios.