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Cena Navideña con los jovenes y adolescentes

13 nov 2013

#026 La Respuesta ante una Declaración de Amor




























Cuando alguien decide declarar su amor a una persona, previamente tiene muchos planes de cómo hacerlo. 

Empieza por imaginarse sobre el lugar: un parque, en la puerta de su Casa, en la esquina de su casa, en un campo, en la piscina, en el cine, en al autobús, en el colegio o universidad, etc. 

Luego piensa en qué decirle y cómo: Si lo hará directamente, por intermedio de una carta o a través de un amigo (A veces los nervios es tanto que se opta por buscar un cupido que lo haga por nosotros).
Por último se piensa en el obsequio y así sellar uno de los días más importantes. Entre los obsequios se piensa en Un anillo (para los dos), un collar(para los dos), una rosa o un peluche.

El anillo y el collar quedan completamente descartados, porque ante una negativa saldrían sobrando. En cuanto a la Rosa, aunque es un bonito detalle pero rápidamente uno se da cuenta que no es de mucha duración y que por circunstancias de la vida desaparece en poco tiempo (más aún cuando son reales).
En cambio el peluche es lo más común para elegir y mucho más cuando se tiene dudas de la respuesta que te va a dar. Resulta ser el regalo ideal porque si la respuesta no es favorable, uno se da cuenta que de todas maneras la otra persona lo va a recibir y preservar por mucho tiempo. Unos lo conservarán diciendo que se le entregó un amigo, en cambio otros alardearán que fue un admirador de la vida.

Luego que uno le confiesa sus sentimientos a la otra persona, y que muchas veces no sale como uno lo había imaginado, ni en el lugar, ni en la forma; pero lo que a continuación viene es la pregunta del millón o la pregunta final del Valor de la verdad; más aún cuando la otra persona queda sorprendida ante la confesión, no tiene ni una reacción y es cuando uno insiste y le dice:
Y tú ¿Me amas? ¿Sientes lo mismo por mí?
La respuesta puede causar dos efectos: Hacer brincar el corazón por tanta felicidad y alegría al escuchar que SI, o dejarlo triste y roto por la terrible respuesta de escuchar un NO, y claro que acompañado por el famoso "sólo te quiero como amigo".

Algo semejante sucede con Dios, desde la creación del mundo nos demuestra su amor en diferentes formas. Planeó e hizo muchas cosas de como hacernos saber cuánto nos ama.
Finalmente nos entregó el mejor regalo, la vida de su hijo Jesucristo, quién murió por nosotros para que seamos salvos.
Él nos confiesa su amor cada día en diferentes lugares y de muchas formas. Él está en la espera de recibir una respuesta de nosotros cada día.
El nos dice cada día: ¿Me Amas?
Y la verdad que no es lo mismo creer en él que amarle.
Dice la biblia que el diablo cree en Dios y tiembla.
Uno puede creer en el matrimonio, pero la fidelidad es lo que verdaderamente da fundamento al matrimonio.
De nada vale un matrimonio si no hay fidelidad en ella.

La única forma de demostrarle a Dios que le amamos es cumpliendo sus mandamientos y siéndole fiel. Por más anticuado que puede parecer para muchos pero es la única manera.
Jesús nos dice:
Si me amaís, guardareís mis mandamientos.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama

5 nov 2013

#025 El Juego Limpio en la Vida























SUPER CAMPEONES es el mejor dibujo animado que vi en la infancia. Es un dibujo animado que tiene que ver con el fútbol. El personaje principal se llama Oliver Atom quien es el mejor futbolista.
Lo que me llamó más la atención de este dibujo animado es el principio básico que Oliver Atom aplica mientras juega y que también lo transmite a sus amigos.
El principio es: El Balón es tu amigo, disfruta el fútbol y juega limpio.

Oliver Atom, siempre mantuvo ese principio desde que su entrenador le enseño. Nunca lo perdió aunque sus adversarios y contrincantes siempre jugaban sucio.

Jugar sucio en la vida es cuando se hace las cosas sin respetar las reglas del juego. Dios a puesto en el corazón del hombre las reglas del juego para la vida. No suficiente con eso dejo su palabra: La Biblia, para recordarnos como vivir en la vida. Así como los electrodomésticos tienen un manual que indica cómo se debe instalar o como hacer para que funcione bien, de la misma manera la Biblia es el manual para la vida del hombre y donde nos dice qué hacer para funcionar bien o vivir bien.

Pero hay quienes hacen caso omiso a las reglas de la vida y por el contrario se burlan de ellas. Copiar un examen, robar, mentir, etc. es una forma de no respetar las reglas de la vida. Sólo quieren lograr lo que desean y sólo quieren ganar sin importarles la forma de jugar y lo peor sin importarles los demás. Sólo viven pensando en sí mismos y no les importa el prójimo y lo peor es que no les importa lo que piensa Dios.
Para ellos, dice Dios, que ya tendrán su recompensa.

Si ves que tus amigos juegan sucio en la vida, copian, roban o mienten, no hagas lo mismo, no caigas en su juego ni juegues igual que ellos. Sólo recuerda lo que tu entrenador( Dios) te dice:

Jesús es tu amigo, Disfruta la Vida y Juega Limpio.

PD.
El Que Sabe Hacer lo Bueno y no lo hace es pecado. (Santiago 4:17)
Todo lo que hagáis, Hacedlo de corazón, como para Dios, y no para los hombres. Sabiendo que Dios Recompensará y juzgará nuestros actos. (Colosenses 3:23)

31 oct 2013

#024 Decisiones en la vida

Ellos se conocieron por casualidad. Él salvó su vida en un accidente. Ella, en agradecimiento, decidió que [él] le acompañe a "enterrar" a su abuelita. Luego que él le entregó un día de su vida, también [él] le pide que le conceda un día de su vida, porque tal vez - quien sabe - ya no se volverán encontrar.
Luego que ambos comparten su vida por un día, ya en la despedida, él le dice:
No olvides que aquí, del otro lado del mundo hay un hombre que daría la vida por tí.

Él no sabía que esa frase le costaría pasar casi toda su vida encerrado en una cárcel.
El gobierno había informado que él había muerto en un accidente, pero sin embargo le habían puesto en la cárcel.
 
Ella al enterarse que él había "muerto" decidió irse a vivir al pueblo de él, con la esperanza - quizás - de encontrar un hombre que estaría dispuesto a dar la vida por ella, como él le prometió.

Ella dejó a su familia, dejó sus amigos, sus tradiciones, sus diversiones y toda su vida, con la esperanza de encontrar - algún día - aquél hombre que daría su vida por ella.

En la historia bíblica hay un episodio que nuestro señor Jesucristo dice:

Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padres, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Mateo 19:29

En nuestro crecimiento en la vida cristiana tenemos que dejar algunas cosas (diversión, músicas que no edifican, películas, programas de televisión, amistades y hasta la familia) cuando no te ayudan en tu crecimiento personal y espiritual y cuando se interponen en nuestra relación con Dios.
La decisión de dejar no es fácil, es difícil más aún cuando hemos estado acostumbrado a ello, pero la recompensa es grandioso.

La mujer que dejó toda su familia y vida, y se fue a vivir en el pueblo con la esperanza de encontrar el hombre que daría su vida por ella, luego de muchos años logró encontrarse con él.

En nuestro caso, nuestro señor Jesucristo nos dice que recibiremos 100 veces más y al final de nuestra disfrutaremos de la vida eterna.

Algo que aprendí en la vida es que cuánto más nos demoramos en obedecer a Dios, más se demora en cumplir la promesa y los deseos que Dios tiene para nosotros.

Buen día con todos y hoy


Decisiones que les llevaron desde conocerse poco a poco, separarse por situaciones trágicas en su vida y finalmente volverse a unir cuando ya eran casi unos ancianos y cuando pensaron que cada quien había muerto.
En nuestra existencia hay que tomar tres decisiones fundamentales mediante los cuales la VIDA cobra sentido:

Amar a Dios (porque sin él la vida pierde su propósito y no se tiene futuro);
Amar lo que se hace (es aquello que nos apasiona hacer sin que nos obliguen o paguen) y;
Tener Alguien a quien Amar(quien será el compañer@ que nos acompañará a lo largo de nuestra vida y con quién podemos caminar en las dos decisiones anteriores).
Si no tomamos aquellas decisiones a tiempo, entonces en el futuro nuestra vida tendrá las siguientes consecuencias:

Estaremos eternamente en un lugar de condena(el infierno);
Estaremos frustrados por hacer algo que no nos guste, aunque nos estén pagando por ello; y
Estaremos solos por el resto de nuestra vida sin tener a nadie con quien compartir la vida y hacerle(a) feliz, o si se elige mal entonces tendremos una vida de infelicidad.

Para tomar cada una de esas decisiones hay un secreto:

Sólo Dios puede ayudarnos a hacerlo.

29 oct 2013

#049 Unas lágrimas cayeron por su mejilla (Jesús lloró)

Una lágrima cayó por sus mejillas.
Hay dos motivos por los cuales las lágrimas ruedan por sus mejillas.
Cuando uno tiene tristeza, dolor, o simplemente y para generalizar cuando está en una crisis.
Cuantos alguna vez no han llorado por un golpe, por una mala noticia, por un maltrato, cuando han tenido que despedirse de un hijo o  cuando han tenido un familiar un ser querido muy enfermo o en el peor de los casos cuando un ser querido ha muerto. Seguramente en este mañana todos en algún momento se ha encontrado en alguna de estas situaciones y que las lágrimas han caído por sus mejillas. 
Pero el problema no es tanto cuando las lágrimas caen por nuestras mejillas. Sino cuando somos los que ocasionan que lágrimas caen por las mejillas de alguna otra persona. Ser el responsable de ello es muy peligroso. Solo para resumirlo. Cuantos hombres el día de hoy lo pasan mal y no reciben el trato que esperan por parte de sus parejas por causa de que alguna vez le hicieron llorar a sus parejas o viceversa. Ha veces es bien difícil tratar bien a la persona que alguna vez te hizo llorar. Pero ahí se inicia otro problema peor. Al final la que alguna vez fue la víctima sigue pudriéndose por causa del rencor y el dolor que sigue llevándolo por muchos años. Esperemos que esto no sea el caso de nadie de aquí, y que no carguen con ese dolor por varios años. Nadie tiene el derecho de hacer llorar a otra persona, pero tampoco nadie tiene la obligación de seguir cargando con ese dolor por muchos años. Porque lo único que va a ocasionar será infelicidad a quien lo está llevando.

El otro motivo por el cual las lágrimas pueden caer por nuestras mejillas es por felicidad, alegría y gozo. 
Esto es más difícil hacerlo. Quizás esto se puede ver más cuando uno va a encontrarse con alguien después de mucho tiempo, cuando uno va a tener un hij@, cuando uno recibe una buena noticia, cuando uno ve que sus sueños se van cumpliendo, cuando recibe una sorpresa o cuando uno recibe algo que nunca pensaba en recibir. Las sorpresas de cumpleaños son los más comunes. Cuando el hombre le sorprende con unos mariachis a la mujer por su cumpleaños. Eso sí que es una gran sorpresa que hace llorar.
Y ha diferencia con el primero, el responsable de que caiga las lágrimas de alguien como consecuencia de una alegría o de una sorpresa definitivamente la tiene la vida fácil. Toda su vida es camino de bien y no de mal. 
Pero tanto el uno como el otro, llorar de alegría o por dolor, solo cobra significado y tiene mucha importancia cuando una persona muy cercana  y querida lo ocasiona o lo provoca. 
Pero el tema que les traigo en esta mañana no se trata de las lágrimas que ruedan por nuestras mejillas sino de las lágrimas que caen por las mejillas de nuestro Dios. 
En esta mañana quiero llevarles a un viaje al corazón de Dios y saber qué es lo que puede hacer que las lágrimas rueden por sus mejillas. Porque nuestro Dios, damas y caballeros también llora. Llora como nosotros por alegría y también por tristeza. Y como les dije las lágrimas cobran significado dependiendo de quién lo provoque u ocasione. 
Debemos saber en primer lugar que nuestro señor Jesucristo tuvo a su lado a sus 12, a sus 3 y a su Uno. Cada uno de ellos se diferencian uno del otro por el grado de confianza o grado de amistada. De una multitud de personas que estuvieron a su lado y le seguían el prefirió elegir sólo a 12 discípulos, dentro de sus 12 discípulos, eligió a 3 de ellos para mostrarles otras cosas, como por ejemplo la transfiguración y la resurrección de la hija de Jairo, dentro de esos tres discípulos hubo uno de quien conocemos que era el discípulo amado. Juan, quien se recostó al lado de Jesús, y quien le preguntó: Señor, quién es el quien te va a entregar?, a quien Jesus le había encomendado que le cuidase a su madre y a quien se revelaría todo el apocalipsis.
Podemos notar con esta ilustración Jesús no ha todos le habría su corazón de la misma manera. Pienso que esto se debe al grado de amistad y confianza que él tenía con las personas. No estoy diciendo que nuestro señor Jesucristo estaría haciendo excepción de personas, sino que creo que más depende de la disposición que las personas tenían hacia él. Quizás él podía ver el desinterés de ellos por seguirle y el deseo que tenían de estar a su lado. 
Pero es más curioso que a parte de ellos, aparte de sus doce discípulos, Jesús tuviera otros amigos muy íntimos y que no eran necesariamente sus familiares. Estoy hablando de marta, maría y lázaro. 

Me atrevo a decir que eran amigos íntimos porque en el versículo 5 del capítulo 11 dice: Y amaba Jesús a Marta, María y Lázaro. La gente podía saber, podía ver el amor que Jesús tenía a esa familia. 
Si hay algo que nos permite conocer cuánto amamos a alguien, pienso que esto es el tiempo. Dime cuanto tiempo deseas estar con alguien y te diré cuanto lo amas. Pienso que alguien solo se atrevería a decir que tal persona ama a la otra cuando le ven juntos, cuando se preocupa por el, pregunta por él, y simplemente desea estar con ellos. 
La biblia nos permite ver uno de esos casos. Dice Lucas 10:38 que en cierta ocasión Jesús iba de camino y pasaba por la aldea donde estaba la casa de Marta, María y Lázaro. Y marta le recibió en su casa. Tal parece que esta fue la primera vez que Jesús se encontraba con esa familia. Y pienso que no fue la última vez. Seguramente Jesús les visitaba siempre que estaba cerca de esa aldea, se quedaba a descansar en su casa y formaron una bonita amistad con ellos. 

Y es que a veces pienso que Dios te pone esos amigos que no necesariamente pueden ser aquellos que están más cercas de ti. Yo tengo uno de esos amigos. Víctor Allpas. Es una persona a quien respeto mucho y siempre que conversamos le digo. A ti solo te falta recibir a Jesucristo en tu corazón, bautizarte y  asistir a la iglesia para ser cristiano. Es una persona muy recta y a quien le abría mi corazón de una manera distinta. Muchas veces el me corrigió en mi forma de hablar y de actuar. Él sabe cosas que ningún joven aquí conoce. Esto no significa que no tengo personas de confianza aquí. Pero creo que Dios le puso en mi camino como para entender la historia que acabamos de leer. Con mi amigo hablamos de todo, le contaba de todo… hasta que un día me preguntó y como va mi corazón. Entonces a partir de ese día dejó de ser mi amigo. 

Bueno también con él hable de la parte sentimental de mi vida y aquí cierro con mi testimonio.


Y es por eso que creo que Jesús tuvo a Lázaro, marta y maría con quienes compartía otras cosas más que no lo hacía con sus discípulos. Quizás a Jesús le gustaba estar con ellos porque ellos no le pedían que hiciera milagros. Solo querían escucharle hablar. Hablar como fue su niñez, como se llevaba con sus hermanos, como era su reino, como era el paraíso, como son los ángeles. Los milagros que hacía. Como le insultaban. Como querían matarle. Solo querían escucharle. Ellos no le pedían nada. Era una amistad incondicional.

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Lázaro había enfermado y sin embargo sus hermanas, marta y maría, quienes conocían muy bien a Jesús, sólo enviaron a llamar a Jesús.
Muchas veces cuando pasamos por una crisis, sólo deseamos que el pastor o algún líder ore por nosotros, que sólo ellos ayunen y que sólo ellos busquen a Dios.
Esa actitud hace que cuando la crisis llega a ser "complicado" y aparentemente ya no hay remedio, entonces nos lleva a pensar que Dios ya no puede hacer nada por nosotros.
Marta y María dijeron a Jesús: Si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto. Ellas sabían que Jesús hacía milagros, pero no fueron a buscarlo personalmente y luego perdieron la fe.

Jesús no lloró por la muerte de lázaro, porque el sabía que le iba a resucitar, sino que las lágrimas cayeron por su mejilla porque las personas que alguna vez creyeron en él y eran sus amigos, ante una crisis dejaron de buscarlo y pensaron que Jesús ya no podía hacer nada.

No permitas que las lagrimas rueden por el rostro de Dios cuando vea que dejaste de buscarle y dejaste de creer en él.
Haz que las únicas lágrimas que salgan de sus ojos sean por la alegría de verte cada día delante de su presencia y buscándole permanentemente.



Publicado el 29 de octubre del 2013.

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19 oct 2013

Monólogo: el hermano de Jesús


Buenas noches, buenas noches.
Hace unos días me enteré que están de aniversario y un joven muy simpático me rogó que pueda venir y contarles mi testimonio. La verdad es que no quise hacerlo. Pero ante tanta insistencia de este joven y porque me cae bien voy hacerlo.
Para quienes aún no me conocen yo soy el hermano de Jesús, el Mesías. Sí, el que dio su vida por todos ustedes, y claro por mi también.
Bueno esto es parte de mi historia.
Yo crecí junto a Jesús. El fue el hermano mayor de la familia. Tenerlo como hermano mayor fue una fortuna al principio. Lo amaba mucho. Me cuidaba. No quería que nadie me pegara o me lastimara. Íbamos juntos a la escuela. Jugamos juntos y nos divertíamos mucho.  También me ayudaba mucho en mis tareas. Era muy inteligente.  Lo admiraba y lo respetaba.
Todo fue una maravilla hasta que llegué a la adolescencia.
Cumplí los 15 años y de pronto el respeto y la admiración que le tenía, dejé de tenerle y paso a ser molestia, fastidio y envidia. La alegría que antes me causaba, solo era historia. Lo único que sentía en ese momento era cólera, enojo. Me molestaba mucho que se metiera en mi vida:
Que no llegues muy tarde, que tienes que hacer tus tareas, que tienes que limpiar tu cuarto, que tienes que ayudar en la casa. Que no vayas a fiesta. Que no tome. Me corregía mucho que poco a poco me llego a cansar tanto que deseaba que se muriera.  
Así pasó la adolescencia hasta que llegamos a la juventud.  
Hasta ese entones mi relación con él era de perro y gato. Mi madre mucho le defendía. Aunque él no le contaba todo lo malo que yo hacía pero mi mamá siempre le ponía de ejemplo y siempre le alagaba por todo lo que bueno él hacía. Estaba cansado de todo eso y aunque era cierto, pero hubo algo en mí que en vez de alegrarme por ello, más que causaba enojo.
Así paso el tiempo hasta que mi hermano cumplió  los 30 años de edad.
Esa mañana me desperté temprano para ir al baño. Tenía unos malestares debido a que la noche anterior había estado en una fiesta con unos amigos. Cuando salgo del baño decido ir a la cocina para tomar algo y de pronto al pasar por el cuarto de mis padres escucho una conversación de ellos. Me acerco a la puerta y escucho decir a mi madre:
José, Jesús cumple hoy 30 años. Creo que sería justo que le dijéramos a nuestro hijos que tú no eres el verdadero padre de Jesús.
Yo que me encontraba medio dormido pero luego de escuchar lo que le decía. Todos mis sentidos se acitvaron. Esa noticia, sí que era una buena noticia. Saber que Jesús no era hijo de mi padre era la mejor noticia que me dieran en esa mañana.
Al pensar que yo sería el primogénito de la familia me traía muchos beneficios. Me quedaría con gran parte de la herencia. La gran carpintería de mi padre, sus animales, sus Bienes. Vaya eso si que era una buena noticia.
Me subí rápidamente a mi cuarto, me duche y mientras me alistaba estaba pensando en todo lo que haría con la herencia.
A partir de ese día mi trato con Jesús de envidia paso al desprecio. Yo me encargue que mis hermanos estuvieran en su contra y no le respetaran también. Use muchas formas de que ellos también le despreciaran. Aunque ellos no sabían la verdad puesto que mis padres no se atrevieron a decirnos pero logré que ellos también le aborrecieran tanto. Además Jesús luego que cumplió 30 años él ya no estaba mucho en la casa. El salía a predicar por las calles y decían por ahí que también hacía milagros. Mis hermanos y yo nunca vimos un milagro y tampoco nos interesaba mucho. Sólo llegaba a dormir cada vez que estaba en la ciudad. Nos enterábamos que iba por muchas ciudades predicando. Había logrado mucha fama y la gente le apreciaba, y eso en vez de alegrarme lo que me causaba era ira.
Hasta que un día. Mientras que papá y mamá fueron de viaje mis hermanos y yo decidimos hacer una fiesta en la casa. La fiesta era familiar, solo mis hermanos y unas amigas para cada una.
En lo mejor de la fiesta escuchamos que la puerta se cierra y sorpresa: Era Jesús, mi hermano que había entrado.
Todos le miramos y de pronto alguien apaga la música, se quedan callados y todo el lugar queda en silencio. Entonces sin dejarle decir algo yo reacciono y le digo:
Que quieres aquí. Que haces aquí.
El no responde nada.
Luego le digo. Tú no tienes nada que hacer aquí.
Entonces él me quita el envase de licor que tenía en la mano y me dice:
Es por esta razón que ustedes dejaron de ir a la iglesia, no?
Le quito el envase por la fuerza, lo tiro al suelo y le digo:
Y a ti que te importa. Somos grandes para poder hacer lo que queremos.
Él se queda callado y sólo nos mira con un poco de tristeza.
Además le digo:
Tú no tienes ningún derecho a llamarnos la atención. No eres nuestro hermano. Eres un bastardo.
Él no se sorprendió por lo que le había dicho. Parece que ya lo sabía.
Entonces le sigo diciendo:
Por si no lo sabías mi padre, José, no es tu padre. Solo Dios sabe quién será tu padre.
Entonces el mirándome a los ojos me dice:
Dios es mi padre.
Ni bien escucho lo que dice, empiezo a reirme burlonamente. Mis hermanos también lo hacen. Y todos reímos fuertemente.
Entonces le digo:
Así que Dios es tu padre?
Entonces vete de aquí. Vete de nuestra casa.  Ve afuera a buscar a tu padre.
Inmediatamente, como para que hacerle ver que estaba en lo incorrecto me acerqué a él, le tomé por el pecho y le dije:
Si realmente eres el hijo de Dios, todo el mundo te amaría y todos te reconocerían. Pero lo único que haz logrado es que todos nos miren raros y nos menosprecien. Y apuntando hacia la puerta con el dedo, e dije: Vete y lárgate de nuestras vidas.
Él, se arreglo la ropa. Y en una expresión de tristeza y casi las lágrimas se llenaron su ojo.me miró, puso su mano sobre mis brazos en una expresión que me decía: perdóname; luego fue en mis hermanos y uno a uno acarició sus rostros y sus cabezas.  Como diciéndoles también perdónenme y procuren cuidarse mucho y cuiden a mamá. Aunque el enojo me había apoderado pero al verlo caminar hacía la puerta, sin imaginarme me doy cuenta que unas lágrimas empiezan a correr por mi rostro. Me limpio inmediatamente y luego veo que mi hermano se detiene en la puerta y nos dice:
No puede el mundo aborreceros a vosotros. Mas a mi me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Abrió la puerta y finalmente salió de nuestra casa y de nuestras vidas.
Ese día sería lo que recordaría todos los días de mi vida.  Cada vez que lo recordaba empezaba a llorar. No sabía porqué, sólo sabía que ese día no sólo salió de nuestras vidas nuestro hermano mayor. Sino que a partir de ese día la casa nunca jamás volvió a ser el mismo.  Yo también muy pronto abandoné mi casa y me fui hacer mi propia vida.
Cuando retorne casi luego de dos años me doy con la sorpresa de que mi Jesús ese día iba a ser crucificado. Subo rápidamente con el deseo de impedir que se cometa una injusticia. Ese día comprendí que mi hermano, Jesús, realmente había sido el Hijo de Dios. Mientras corría hacia la colina recordaba como cuando hermanos pequeño y jugamos con madera y unos clavos él me dijo: Sabes Jacobo, cuando yo sea grande unos hombres pondrán estos clavos en mis manos y en mis pies. Y me clavarán en una cruz. Éramos tan pequeños que yo le había prometido que no iba a permitir que le hicieran daño. Mientras subía la colina, así como recordaba también lloraba porque tristemente había incumplido a mi promesa. En vez de defenderle lo que había hecho unos años atrás era contribuir con su muerte. Hace dos años yo y mis hermanos le echamos de la casa y de nuestras vidas , y hoy la ciudad entera se encargaba de hacer lo mismo.
Sin darme cuenta ya había llegado en donde le estaban crucificando a mi hermano. Grande fue mi sorpresa cuando miró hacia arriba y veo a mi hermano clavado en la cruz. Veo que hace el esfuerzo de levantar la cabeza y grita fuertemente: PADRE MIO, PORQUE ME HAZ DESAMPARADO.
Sus palabras fueron como el rugido de un león y fue tan intenso el dolor con el cual lo hizo que  mi corazón se partió en dos y mis ojos no dejaban de llorar. En ese instante sólo quería decirle que me perdonara. Hice el intento de llegar ante él pero las personas me impedían hacerlo.
Camino mirando su cabeza y cuando me doy cuenta  veo que hace el intento de voltear hacia el lado donde me encontraba y con mucho esfuerzo logra mirarme. Su rostro estaba todo ensangrentado y no podía reconocerlo. Pero su mirada, su mirada, era la misma mirada que aquella vez que le echamos de casa. Pero esta vez no tenía la expresión de perdón. Sino que me decía: No te preocupes, te perdono. Y finalmente pude ver una sonrisa dibujarse en su rostro. Esa sonrisa me decía: Te Recuerdas, te dije que algún día moriría por ti.
A partir de ese día la paz volvió en mi corazón y la partir de entonces yo, que alguna vez le había despreciado y no le había creído, me convertí en uno de los principales defensores. Quizás para algunos sea un hipócrita. Puesto que primero hablaba mal de mi hermano y luego sólo hablaba su bien. No sé lo que sea para las personas.
Lo único que sé es que nunca debo atreverme a rechazar y burlarme de alguien que dice ser el hijo de Dios.

10 oct 2013

#023 Dia 40 - El Consejo de Judas Iscariote



DIA 40=> EL CONSEJO DE JUDAS ISCARIOTE
(Nunca te atrevas a hacer las cosas de Dios estando en pecado, con irreverencia, irresponsabilidad y sin temor alguna, pensando que no va a pasar nada. Tarde o temprano eso te conducirá a traicionar a Jesús)

Todos me odian y he pasado a la historia del cristianismo como el peor de los hombres. No lo niego, al contrario lo acepto y es algo que por más que me arrepiento ya no puedo cambiarlo.
Mi nombre significa el que alaba a Dios, pero muchos lo ignoran y por mis actos llegó a entenderse como él que traicionó a Dios.

Me recuerdo que cuando estábamos sentados en la mesa con mi señor, él, nos dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Todos nos mirábamos mutuamente preguntándonos quién sería. Nadie tuvo el atrevimiento de indicarme o indicar a otro. En nadie había rastro de sospecha. Me preguntaba que cómo alguien podía ser capaz de hacer eso y lo peor que alguien que estaba cerca de él podría hacerlo.
Luego que todos le preguntamos seré yo señor?. Seré yo señor? Ante las preguntas dijo:
A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Luego me entregó el pan mojado y me lo comí. A partir de entonces todo lo que había en mí había aflorado y lo que nunca creí que sería capaz de hacer lo hice.

Durante el tiempo que andaba con Jesús él sabía que tomaba el dinero y que me lo gastaba en mis cosas personales. No lo usaba en lo que debía, al menos no en todo. Él me decía muchas veces que no siguiera haciendo lo mismo porque si sigo así algún día voy a terminar por venderlo. Cuando me dijo, me lo dijo riendo y del cual reímos juntamente. Le dije que no se preocupe que nunca me atrevería hacer ello.

Pero ese día llegó. Por unas monedas extras y creyendo que los sacerdotes no le harían nada de malo, como me habían prometido, acepté llevarles ante Jesús y mostrarles quien era. Cuando me enteré que ellos no cumplirían sus promesas y que lo iban a matar entonces no pude creer lo que había hecho. No estaban en mis planes matarlo. Sólo deseaba tener algo de dinero extra y creía que los fariseos y sacerdotes iban a cumplir con su promesa. En ese día me di cuenta que lo que yo pensaba que podía manejar y controlar mis actos y que lo malo que hacía lo podía dejar cuando yo quería, poco a poco al final no era así como creía y que finalmente me llevó a traicionar a mi maestro. No podía soportarlo y no me atreví poder mirarlo. Cuando supe que él moriría la culpa fue tanto y lo único que quería era morir. Es así que, sin buscar su perdón, pensando que él no me perdonaría, entonces hice y decidí por lo incorrecto, por la única forma que me alejaría por completo de su perdón: Matarme.

Amig@, comer del pan mojado significa tomar las cosas de Dios, con irreverencia, con irresponsabilidad y sin temor alguno. Hacer las cosas de Dios y también permitir el pecado en tu vida te puede conducir por completo, sino es a una muerte física, pero sí a una muerte espiritual.
Tú puedes estar en pecado y pensar que puedes seguir sirviendo a Dios y pecando normal y que no pasa nada. Quizás puedes ver que Dios te usa y que hasta puedes hacer milagros. No te engañes. Lo mismo creía yo. Aprovechándome de mi cargo, tomaba el dinero que no me correspondía y seguía haciendo milagros y sanaba a los enfermos. Que Dios respalde su palabra, porque en su nombre se hacía los milagros, no significa que también apruebe lo que haces. Tarde o temprano si sigues tomando las cosas de Dios a la ligera, puedes llegar a lo mismo: Traicionar a Dios.

No permitas que el pecado siga creciendo. Que no te pase lo que a mí me paso. Todavía tienes tiempo. Aún tu no mueres físicamente y mientras estás al lado de Jesús pídele perdón. Seguro que él también te está diciendo que dejes de hacer lo malo. Escúchale y no continúes llevando una vida doble. Pídele perdón mientras estás a tiempo.

Recuerda que si sigues comiendo el pan mojado, tarde o temprano llegarás también a traicionar a Jesús.

Atte. Judas Iscariote

Referencia Bíblica:
San Juan 13:21-30

9 oct 2013

#022 Dia 39 - El Consejo de Simon el Zelote



DIA 39=> EL CONSEJO DE SIMON EL ZELOTE
(Nuestra lucha no es con hombre ni carne, sino es espiritual; y las únicas armas que tenemos es la oración y la palabra de Dios)

Desde niño fuí criado y enseñado por un hombre que me enseño muchas cosas valiosas. 
Cuando cumplí la mayoría de edad me dijo: 
Hijo, desde hoy eres todo un hombre. Desde ahora tú trazaras tu propio destino. En ti está el camino que debes seguir.

Cuando los romanos habían invadido nuestra ciudad nosotros teníamos que decidir a que grupo de personas deberíamos pertenecer. En ese tiempo había tres grupos muy bien diferenciados:
1.- Los Esenios, aquellas personas que no quisieron apoyar ni combatir al imperio romano . Prefirieron aislarse de la sociedad y que pensaban que haciendo lo bueno heredarían el reino de Dios.
2.- Los publicanos, aquellas personas que apoyaban al imperio, los conocidos son los cobradores de impuestos. Ellos se rendían y ayudaban al imperio romano.
3.- Los Zelotes, aquellos que estaban cansados de los abusos y maltratos de los romanos y que pensaban que sólo lograrían la paz luchando contra ellos.

Ante estas tres alternativas de vida, yo decidí ser un zelote, como mis padres y hermanos. No me gustaba el maltrato que recibían mis hermanos. Estaba arto de la injusticia que cometían los romanos. Es así que un día, cuando estaba decidido a matar a Herodes y a todos sus séquitos, casi doblando para la esquina del palacio, al dar la vuelta me topo con un viejo amigo. Él había sido discípulo de Juan el Bautista. Al verme me pregunta adonde iba. Ve mi mano con unas armas y nuevamente me pregunta: ¿A dónde vas?¿Qué piensas hacer con esas armas? Enojado le respondo: Estoy harto de la injusticia que se comete. Voy acabar con la vida de Herodes y así acabaré con su imperio.
El, en una expresión de asombro me dice: No te preocupes ya de él y no intentes nada de malo. Mí maestro, Juan el bautista, me dijo que el Mesías ya está con nosotros y que nos va a salvar de las opresiones.
Inmediatamente le dije que me llevara donde el mesías se encontraba. Fuimos hacia un monte alto y ahí le encontré a él, el mesías, en medio de otros hombres. Era raro ver en un mismo lugar, a esenios y publicanos. La reunión no podía ser mejor. Quién podría imaginarse que en un solo lugar estarían esenios, publicanos y un zelote. Tres grupos que no se podían juntarse, sorprendentemente están reunidos y con un solo propósito.

Camine hacia el medio para saber lo que ocurría y cuando ya no puedo pasar más, pregunto a uno de los hombres que estaba ahí: Porqué están reunidos? él me contesta: Es que hoy, Jesús, el Mesías, va a elegir a aquellos que están dispuestos a seguirle y a establecer su reino. Luego me esfuerzo por ver al tal Jesús y me doy con la sorpresa de que había sido el hijo del carpintero. Yo le consideraba del grupo de los esenios ya que la gran mayoría de sus enseñanzas era sobre amar al prójimo, vivir en paz y no hacer nada de malo. Tenía la fama de hacer milagros y sanar los enfermos. Entonces aunque quise irme inmediatamente pero decidí quedarme para ver si tal vez ese día haría algún milagro. Quizás ese día iba a suceder algo asombroso, pensé.
Escuché que decía que su reino no es de este mundo. Que el vino para dar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, dar libertad a los cautivos y a los oprimidos, vista a los ciegos y sanar a los enfermos. No entendía lo que estaba diciendo. Y Finalmente dice que su lucha no es con el hombre sino con las huestes espirituales de maldad.
Me quede confuso. Yo luchaba también porque quería casi lo mismo, con la diferencia de que además yo lo hacía por fama, popularidad y para gobernar mi ciudad. También quería que mi pueblo no sufra, no siga en esclavitud y sea libre.
Yo luchaba contra la opresión romana y éste carpintero dice que él viene a luchar contra las huestes espirituales. Que la lucha no es carnal, sino espiritual.
Entonces luego que supe eso me quede callado para seguir escuchando y poco a poco sin darme cuenta llego hasta la parte de adelante. Sin darme cuenta cuando estoy por volverme por atrás siento una mano sobre mis hombros y una voz que me dice: Hola simón, deseo que tú seas uno de mis discípulos.
Me quede sin habla. Mi cuerpo empezó a temblar y una sensación de paz invade mi corazón. Toda ira y enojo que tenía, había desaparecido y no sabía que estaba pasando. Volvió a repetirme la misma pregunta: Simón, deseo que tú seas uno de mis discípulos.
Entonces en ese instante me doy la vuelta y siento que mis pies no me pueden sostener. Caigo al piso de rodillas delante de él y las lágrimas corren por mis ojos sin saber porqué.
En ese instante, él finalmente me dice: Desde hoy tu lucha no será con hombre ni carne. Desde hoy tu lucha será espiritual y en contra de las huestes espirituales. Tus únicas armas serán la oración y mi palabra.
No sabía lo que había estado pasando en mí. Sin pensarlo dos veces le digo. Perdóname y haré lo que tu digas. Acepto ser tu discípulo.

A partir de ese día comprendí que nuestra lucha es espiritual y que las únicas armas que tenemos para vencer es la oración y la palabra de Dios. Y que sólo el propósito divino puede ser capaz de unir a hombres de distintas culturas y principios.

Atte. Simón, el zelote

Referencia Bíblica:
Mateo 10:1-4,
Lucas 11:1-4

8 oct 2013

#021 Dia 38 - El Consejo de Judas Lebeo



DIA 38=> EL CONSEJO DE JUDAS LEBEO
(El que seas engañado por un falso maestro, dependerá mucho de cuánto conoces a Jesús. Si le conoces entonces no serás engañado jamás)

Esa mañana no iba a ser como las otras. 
El maestro nos había pedido que le acompañemos al monte muy temprano. Todos nos cambiamos y nos lavamos rápidamente para poder ir con él al monte. Mientras caminábamos no sé que me entró que empecé a admirar al templo por las hermosas piedras que tenía. Entonces el maestro, deteniéndose y con la mirada en la ciudad, nos dijo:
Ves las piedras?. Pues te digo que vendrán días en toda construcción humana será destruida. Y que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribe.
Todos nos quedamos callados y admirados por lo que decía.
Entonces luego de unos minutos escuché que pedro, jacobo, Juan y Andres se le llevan a un lado del camino y le preguntaron: Señor, cuándo sucederán todas estas cosas y qué señales habrán? El respondió muchas cosas sobre las señales que vendrían y de todo lo que dijo sólo una recuerdo con más precisión puesto que fue la que me obligo a que más tarde conversará con él de manera privada.
Cuando vi que estaba solo me acerque a él y con un poco de temor le dije:
Maestro, hace rato no pude resistir la tentación de escuchar lo que mis amigos te preguntaron. Yo fui detrás de ellos con el fin de saber lo que conversarían contigo y lo que escuché me dejo intranquilo.
Así?, me dijo, y que cosa te tiene intranquilo¡?
Entones por la confianza mostrada le dije:
Escuche que le dijo a mis amigos que una de las señales antes del fin del mundo es que aparecerán muchos en tu nombre y que se harán pasar por tí, y que van a llegar a engañar a muchos.
Entonces lo que yo quería preguntarte era:
¿Cómo podré reconocer que son falsos maestros, y así no ser engañado?
El mirándome, tomó una moneda y me dijo:
Mira esta moneda. Mientras tú conoces cómo es una moneda verdadera , no te podrán engañar con una moneda falsa.
Casi de la misma forma es lo que te digo: Muchos hombres se harán pasar por mí y dirán que ellos son el Cristo. Y cuando eso pase el que seas engañado o no, dependerá mucho de cuánto me conoces. Si me conoces, entonces ellos no te engañaran, pero si no me conoces entonces serás presa fácil de ellos.

Trata de conocerme más cada día, y nunca serás engañado por los falsos maestros.

Atte. Judas, para mis amigos Tadeo
Referencia Bíblica:
San Marcos 13:3-6
San Judas

7 oct 2013

#020 Dia 37 - El Consejo de Jacobo Hijo de Alfeo



DIA 37=> EL CONSEJO DE JACOBO HIJO DE ALFEO
(Nunca esperes hacerte famoso cuando sirvas a Dios ni tienes que tener grandes habilidades para ser un discípulo bueno)

Aunque no se sabe mucho de lo hice a comparación de mis amigos, pero siempre fui fiel al señor y nunca permití que esas cosas me quiten el sueño. Dios utiliza las cosas insignificantes del mundo para hacer su obra.

Así que lo que te quiero decir el día de hoy es que nunca esperes hacerte famoso cuando sirvas a Dios ni tienes que tener grandes habilidades para ser un discípulo bueno. Todos, pequeños y grandes, sólo debemos preocuparnos en serle fiel al señor, contribuir al crecimiento de su obra y la edificación de su iglesia, en todas las formas posibles.

Atte. Jacobo, el pequeño o el menor.

Referencia Bíblica:
Hechos 1: 13

6 oct 2013

#019 Dia 36 - El Consejo de Tomas



DIA 36=> EL CONSEJO DE TOMAS
(Nunca dejes que la envidia o el orgullo te hagan dudar que Dios puede hablar a otras personas antes que a ti, y luego hablarte a través de ellos.)

La historia me relata como el hombre que no creyó en la resurrección de Jesucristo. 
Pero hoy quiero quisiera abrirte mi corazón y conducirte a las profundidades de ella y que tal vez también puedes estar pasando o puedes llegar a pasar.

Una mañana, mientras me disponía a tomar mi desayuno, recibo una mañana por el teléfono , era Felipe, amigo y compañero . Me habló tan desesperado que no comprendí bien lo que me decía. Le dije que se calmara y que me hable despacio. Pasó unos minutos cuando finalmente se calmó y me dice que en la noche anterior mientras conversaban con los demás compañeros en su casa, Jesús se había aparecido. Y luego me decía que mejor fuera para su casa para que me cuente todo.
Entonces en ese instante me quede pensando unos minutos. Lo que me dijo me había ocasionado incomodidad. Creo que lo más correcto es que debí alegrarme como él lo estaba. Pero dudaba de lo que me decía, y eso en vez de hacerme alegrar, lo que me hacía era enojar y sentir envidia. Tenía muchos motivos para dudar en lo que me decía y todos ellos se resumen en que porqué Jesús se podría aparecer en ellos antes que en mí. Porque preferiría mostrarse a ellos antes que en mí, si yo a diferencia a ellos, siempre creía que él vendría, le seguí sin que me lo pidiera, en mi vida nunca tuve una mala vida ,ni fui tan pecador como la mayoría de ellos, y hasta fui el que más le ayudaba cuando estaba vivo.
Estas son algunas de las razones que me impidieron creer que Jesús les había aparecido a ellos. Si alguna vez tendría que aparecer a alguien creo que el más elegido sería a mí.

Volví en sí y oí que me llamaba tomás, tomás, estás ahí?. Inmediatamente le dije que sí. Entonces me dijo. Tomás ,el próximo martes nos reuniremos en mi casa Haber si puedes venir para contarte toda la historia. Le dije, en forma burlona, que trataré de estar ahí. Pero la verdad que hasta que no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Cuando colgué el teléfono en mi corazón sentí, rencor, cólera, ira y envidia. Pensar que Jesús se les habia aparecido a ellos y no a mí me hacía sentir mucha envidia. Ahora comprendo que realmente había sido eso lo que me hizo dudar que Jesús se les había aparecido.
Ya para finalizar. Llegó el martes y estando juntamente con todos. De pronto, cuando me burlaba de todo lo que me decían, siento unas manos tocar mis hombros por la espalda y todo mi cuerpo empieza a estremecerse. Dejo inmediatamente de reírme y notó que de mis ojos empieza a roda unas lágrimas. Mi corazón paso del estado de burla y envidia, al estado de paz, tranquilidad y de alegría. En ese momento volteó a ver quién me está tocando y veo el rostro de mi maestro. No podía mantener la mirada en sus ojos. Agaché la cabeza y mis lágrimas seguían cayendo. Mi corazón no paraba de palpitar de emoción y alegría. Yo sabía que el maestro iba a resucitar pero lo que no quería creer es que podía hacerlo antes en otras personas.
Al instante escucho su voz que me dice: Tomás, pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Enseguida tan solo cierro los ojos y no hago lo que me pide. Ya no era necesario. El maestro estaba delante de mí y no era necesario verle para creer que el estaba vivo y no era necesario que tocarle para saber que él estaba junto a mí. El simple hecho de escuchar su voz era suficiente para mí.
Ese día entendí que muchas veces la envidia y el orgullo en nuestro corazón, nos puede hacer dudar que Jesús puede hablarle a otras personas y por consiguiente nos puede hablar a nosotros a través de ellos.

Nunca dejes que la envidia o el orgullo te hagan dudar que Dios puede hablar a otras personas antes que a ti, y luego hablarte a través de ellos.

Atte. Tomás, el de la santa envidia.

Referencia Bíblica:
San Juan 20: 24-29

5 oct 2013

#018 Dia 35 - El Consejo de Mateo



DIA 35=> EL CONSEJO DE MATEO
(No hay pecado tan grande que pueda impedir que Jesús te pueda llamar. Sólo invítale a tu casa y sabrás lo que puede hacer contigo)

Todas mis decisiones solo era con el fin de proteger a mi familia. No quería que mis hijos pasaran necesidad.
Yo también creí que el Mesías algún día llegaría, pero pensé que ese día iba a demorar en llegar o quizás llegaría en la época de mis hijos o nietos. Y la verdad es que mis necesidades eran demasiado y no quería ser un judío más: burlado, pobre y explotado.

Es así que, por medio algunas “estrategias”, logré conseguir que los romanos me dieran empleo, y fue así que me convertí en un publicano. El puesto lo conseguí gracias a mi preparación. Cuando ví que tipo de personas buscaban los romanos entones decidí prepararme y capacitarme en ello. Bueno, claro que lo que me permitió trabajar para ellos no fue tanto mi capacidad, sino más fue las “amistades” que había tenido entre los romanos. Pero para serte sincero esas amistades era más una suerte de compra de favores. Al principio mi dijeron que para poder ingresar tenía que pagarles. Lo cual lo hice con mucha culpa, pero más pensando en el bienestar de mi familia. Pero luego ellos me condicionaban y querían más y más. Yo no podía como hacerlo con el sueldo que me pagaban. Pero uno de mis colegas me dijo como hacerlo. Si no les daba lo que los romanos me pedían entonces ellos me votarían del empleo. Y es así como tenía que actuar injustamente con mis hermanos. Empecé a cobrarles injustamente y en exceso. Sabía que eso era robarles pero no podía evitarlo. Mis hijos ya estudiaban en la universidad y ellos tenían más necesidades. No sabes cuánto sufrí al principio, pero luego poco a poco la costumbre me hizo un poco insensible.
Esa actitud me costó el desprecio de todos mis hermanos de la ciudad. Era uno más de los despreciados por todos. Ya no podía andar con ellos. Sólo andaba con mis colegas de trabajo y otras personas más que también eran despreciadas.

Pasaron los años y la verdad que no estaba del todo contento con lo que estaba haciendo. Pero como el Mesías tardaba en venir a salvarnos, yo no podía evitar que mi familia pasara necesidad.

Pero cierto día apareció en el pueblo un hombre de quién decían que era el Mesías. Se había vuelto muy famoso por los milagros que hacía. Desde que oí su nombre verdaderamente supe que él es el Mesías. Le comentaba a mis colegas del trabajo. Muchas veces fuimos a escuchar su predica. Vaya que era asombroso. Como tenía tantas ganas de seguirle pero me daba miedo que no me recibiría. Tenía miedo de que por mi condición él no se fijaría en mí. Es así que sólo le escuchaba a lo lejos y luego continuaba con mis labores. Había algo en mí que me hacía sentir mal. Pero el miedo al rechazo fue mas que me impidió ir hacia él.

Pero una mañana mientras estaba en el trabajo. Mientras pensaba y pensaba confusamente. Y luego que termino de cobrar el impuesto a una persona , levantó la mirada para llamar al siguiente y es ahí que veo a Jesús. Había algo a sus ojos que su mirada entró a lo más profundo de mi corazón que todo miedo desapareció. No podía pronunciar palabra alguna en ese instante. Entre sus ojos mi mirada se perdió y cuando empiezo a cerrar los ojos y agacho la cabeza por la vergüenza que tenía de estar delante de él., escucho una mirada que me dice:
Mateo , sígueme.
Levanto la cabeza y veo que Jesús me extendía sus manos y me pedía que le siguiera.
Nunca me imaginé que el se fijaría en mí.
Había actuado injustamente durante casi toda mi vida y sólo me preocupaba en mí, en mis necesidades y en mis comodidades que no pensaba que Jesús algún día iba fijarse en mí y llamarme.
Inmediatamente me paré, deje de hacer mi trabajo y le seguí. Estaba tan contento que le invite a almorzar en mi casa.
Sn saberlo algunos colegas más del trabajo también nos había n seguido.
Entonces me alegré tanto que hice un gran almuerzo. Invite a todos los hombres que estaban cerca de mi casa. La alegría me habían impedido ver que quienes habían entrado a mi casa eran borrachos, drogadictos y vagos.
Ya estando en mi casa escuchaba lo que los fariseos hablaban secretamente. Pero todo lo que decían no hacían ningún efecto en mí y no me molestó para nada. Pero cuando sus criticas eran excesivo, Jesús se paró y apuntando a donde estábamos dijo esta extraordinaria frase:
Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
En ese instante mis amigos y todos los hombres que habían entrado a mi casa, excepto los fariseos, nos alegramos por ese dicho y desde ese entonces decidimos dejar de hacer lo que hacíamos hasta ese entonces y hicimos la promesa de seguirle. Estuvimos convencidos que el Mesías, que alguna vez esperamos estaba con nosotros.

Ese día entendía que Jesús está más interesado en el pecador que en aquellos que no lo son.

Atte. Mateo, el recaudador de Impuesto.

Referencia Bíblica:
San Mateo 9: 9-13

4 oct 2013

#017 Dia 34 - El Consejo de Bartolomé



DIA 34=> EL CONSEJO DE BARTOLOMÉ
(Dios usa a quien quiere y como él quiere. No tienes el derecho de menospreciar a alguien por su cultura, condición o estilo.)

Una mañana mientras estaba sentado debajo de un árbol tratando de hacer mi devocional, pensaba mucho en lo que estaba ocurriendo en mi ciudad. Habían aparecido tantos hombres que hablaban del Mesías, pero había mucha diferencia en todos ellos en su vestimenta y su estilo. Pensando mucho creo que en lo único que coincidían era en que hablaban del Mesías.

Recordaba a uno, Juan el Bautista, que empezó a traer un nuevo estilo a mi ciudad. El predicaba el bautismo del arrepentimiento y que consistía en sumergir a las personas en el agua, diciendo que es necesario que así lo hagan todos. La verdad es que me sorprendió por su nuevo estilo pero no me convenció. Me sorprendió más ver cómo muchas personas de mi ciudad le creían , le escuchaban , le seguían y se bautizaban. Tan pronto llegó a ser muy famoso. La verdad que yo no podía comprender todo ello. Además que su forma de vestir era como el de un vagabundo. Pero lo que más me sorprendió y del cual estaba en desacuerdo es que él había adoptado un ritual pagano “del bautismo en agua”, como el bautismo del arrepentimiento. Yo sabía, porque había leído mucho, que el “bautismo en agua” era una práctica de los egipcios y ellos lo hacían cada vez que se presentaban delante de su diosa isis, diosa pagana.
La verdad que estaba tan confuso de lo que estaba pasado en mi ciudad.

De pronto en mi meditación me interrumpe mi amigo Felipe, y gritando fuertemente me dice:
Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

Y pensé: ¿sólo esto me faltaba?. No podía comprender todo lo que estaba pasando. Primero un hombre que habla distinto y además que trae una práctica pagana a la ciudad. Y ahora, mi amigo me informa que tal parece que dicen por ahí que el mesías ya está entre nosotros y que resultó ser el hijo del carpintero.
No podía creerlo. Era demasiado lo que estaba viendo y lo que estaba escuchando. Yo conocía a la familia del carpintero. Los padres si eran buenas personas, pero sus hijos, aunque al tal Jesús no le conocía, pero los demás eran de lo peor. Pero lo que me preocupaba era el hecho de que mi amigo Felipe me diga que el mesías estaba entre ellos, sabiendo yo que en esa ciudad sólo habían campesinos, pobres, enfermos y menesterosos. Nunca había surgido alguien importante de ahí.
Estaba tan sorprendido por todo lo que sucedía, pero de todas maneras me anime ir a ver del quien dicen es el Mesías.

A lo lejos mientras voy de camino, junto con mi amigo Felipe, veo a un hombre, por cierto que vestía muy pobremente como me lo imaginaba, pero cuanto más me acercaba a él, podía sentir que mi espíritu se quebrantaba y mi corazón no paraba de estremecerse. Cuando estoy casi a su lado veo que levanta la mano hacía mí y con el dedo indice indicándome pronuncia las siguientes palabras:
He aquí, un verdadero israelita en quien no hay engaño.
Sus palabras estremecieron mi corazón. Nunca imaginé que podía conocerme. Lo peor es que nunca me imagine que alguien se atrevería hablar bien de mí, sin haberme conocido.
Mientras yo pensaba y hablaba mal de él, sin haberle conocido, y por el simple echo de calificar su ciudad y su cultura, él hizo todo lo contrario y delante de todos los hombres.

En ese instante no podía pronunciar palabra alguna. Tan sólo quería llorar y llorar. No sabía porque, pero todo mi cuerpo percibía una atmósfera especial. El ambiente era distinto. Y de pronto sucede lo impredecible. Lo que nunca me había imaginado decir acerca de alguien. Mis labios se abrieron sin mi consentimiento y pronunciaron las siguientes palabras:
Rabí, tú eres el hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.

Nunca antes había pronunciado algo bueno de alguien. El hecho de que sabía mucho de las leyes romanas y las leyes de Israel, eso me llevó a siempre despreciar a los demás.
Pero lo que dije rompió toda incredulidad en mí y que desde ese entonces algo en mi corazón me dijo que realmente estaba ante el Mesías, el Hijo de Dios, el Rey de Reyes.

Ese día aprendí que:
Dios usa a quien quiere y como él quiere. No tengo el derecho de menospreciar a alguien por su cultura, condición o estilo.

Atte. Bartolome, natanael para los amigos.

Referencia Bíblica:
San Juan 1: 43-51

3 oct 2013

#016 Dia 33 - El Consejo de Felipe



DIA 33=> EL CONSEJO DE FELIPE
(La insatisfacción espiritual sólo te debe conducir a conocer más a Jesús y comprender que el es suficiente para tí)

Muchas veces ocurre en nuestra vida que luego de conocer a Jesús y su palabra, de pronto caemos en la etapa de la insatisfacción espiritual. Esta etapa se caracteriza por el hecho de que ya nada es nuevo para nosotros y lo que antes era nuestro deseo ahora simplemente se convierte en un hábito más o una profesión.
Mientras antes deseábamos cantar o tocar algún instrumento para el ministerio de alabanza, y lo esperábamos con mucho anhelo poder hacerlo, pero con el tiempo se convirtió en algo monótono y hasta se llega al punto de convertirse en algo poco de poca importancia.
Cuando antes deseábamos predicar y hablar de Dios a otras personas, y orábamos mucho para que Dios nos use. Pero luego de un tiempo el predicar se ha convertido en un simple hábito, una simple rutina y pareciera que cada vez que pasan los años ya no hay nada nuevo que decir.

De igual manera me ocurría a mí (dice Felipe). Estuve tanto tiempo con Jesús, pasé tanto tiempo que ya luego me pareció que era un amigo más. Al principio todo lo que me decía era hermoso y lo recibía con mucho aprecio. Pero poco a poco lo que me decía era algo normal y hasta lo encontraba aburrido. Era un amigo más, que me daba un consejo. Llegue al punto de pensar en abandonarle. Pero para no hacerle sentir mal y para no caer en la vergüenza, porque si me alejaba de Jesús entonces que hubieran dicho mis amigos: Mira cómo está, antes hablaba de Jesús y le seguía, pero ahora ya ni le sigue, ni le escucha. No podía permitir caer en esa vergüenza. Es por eso que con pocas ganas y aburrido de todas maneras tenía que continuar siguiéndole y escuchándole.
Pienso que esto también es el caso de muchos ahora. Solamente van a las iglesias y dicen seguir a Jesús, porque sus padres les obliga , porque ocupan un cargo o para evitar que los demás no se burlen de ellos cuando dejan de hacerlo. La insatisfacción espiritual ha tocado su corazón que ahora sólo siguen a Jesús y escuchan su palabra por una simple rutina.

Pero una mañana fue distinto. Como siempre hice un esfuerzo por levantarme y le seguí. Mientras caminábamos estaba tan desconectado y confundido por lo que me pasaba que no le prestaba atención a lo que me decía. Entonces me detuvo, me sujeto por los hombres y me dijo: No se turbe vuestro corazón.
Sus palabras quebraron mi corazón por completo. Me sorprendió y al mismo tiempo me sentí avergonzado. Sorprendido puesto que me hacía una pregunta en relación a lo que yo sentía, y avergonzado ya que me imaginaba que tal vez ya sabía porque me encontraba turbado. No podía soportar mirarle. Con tan solo pensar en que pudiera saber que desde hace mucho tiempo sólo le sigo y estoy con él para evitar las burlas de mis amigos, eso me hacía sentir mal.
Sólo pude bajar la cabeza y mirar al piso, esperando continuar con el camino.

Luego, hace un pequeño dialogo con Tomás , se quedan callados un rato; y para no hacer notar que continuaba turbado , sin pensar y razonar en lo que decía intervengo en la conversación con la siguiente pregunta:
Muéstranos al Padre, y nos basta.
Miré su rostro sorprendido por la pregunta que le hacía y al instante me di cuenta que en mi deseo de no darle a conocer lo que me pasaba, en realidad lo que hacía es confirmarle lo que él ya sabía o sospechaba. Con esa pregunta le estaba diciendo…señor, honestamente yo necesito algo más, estar contigo no me es suficiente….
Aún así, a pesar de la pregunta ofensiva que le hice, vi en su rostro un cariño por mí y con amor y mucha preocupación me respondió:
¿Tanto tiempo estoy contigo Felipe, y aún no me haz conocido?
Prácticamente me dejo destrozado con la respuesta. En ese instante fue revelado mi alma y corazón. ¿Tanto tiempo estoy con él, que no he llegado a conocer que el es suficiente para mí y que en él encuentro todo?

Que no te pase que estés tanto tiempo con Jesús pero que en realidad no le conoces todavía..

Si sientes esa insatisfacción espiritual, Jesús también te hace la misma pregunta: ¿Tanto tiempo estás conmigo, y no me conoces?

Mi consejo es :La insatisfacción espiritual sólo te debe conducir a conocer más a Jesús y que comprendas que él es suficiente para ti.
Nunca permitas que esa insatisfacción te aleje de él.

Atte. Felipe,

Referencia Bíblica:
San Juan 14:8-9

2 oct 2013

#015 Dia 32 - El Consejo de Juan



DIA 32=> EL CONSEJO DE JUAN
(Tienes la obligación de hacer la voluntad de Dios, pero también eres responsable de cuidar de aquellos que la hacen)

Tengo la fama de ser el discípulo amado.
La verdad es que el título además de ser un gran alago, también encierra una gran responsabilidad.
Me considero el discípulo amado puesto que el señor Jesús siempre me permitió estar a su lado. Pero también de mi parte siempre busqué estar a su lado. La verdad es que gustaba mucho escucharle hablar, saber lo que piensa y siente. De mi parte quise estar a su lado siempre y eso fue lo que me llevó a acompañar a mi hermano Jacobo para pedirle que cuando esté en su gloria nosotros también pudiéramos estar junto a él, cada uno a su lado. Ahí el nos dijo que cualquiera que quiera ser grande, debe saber que siempre lo va ser cada vez que sirva a los demás. El que sirve con amor a los demás ya es un grande en el reino de los cielos.
Fueron tan hermosas sus palabras que tanto mi hermano Jacobo como yo, a partir de entonces sólo nos preocupábamos en servir, porque sabíamos que al hacerlo ya éramos grandes.
Pero yo no quiero enseñarte lo mismo que mi hermano Jacobo. Sólo quería darte a conocer, desde mi perspectiva, las palabras que nos había dicho el señor Jesús.

El consejo que yo quería darte era en relación a la gran responsabilidad que yo he recibido. Si bien a mí también se me encomendó a hacer discípulos y anunciar el reino de los cielos para que las personas se arrepientan y sean salvas; pero además de ello a mí se me encomendó que cuidara de su madre(maría). El señor Jesús, minutos antes de su muerte le dijo a su madre: Madre, he ahí tu hijo, y a mí me dijo: Hijo, he ahí tu madre.

Estaba sorprendido por el encargo que me daba. Sabia que desde ese entonces tenía que cuidar a su madre hasta que ella muriera o hasta que yo dejara de existir. Me sorprendió que me hiciera ese tipo de encargos, Pero no podía rechazarlo. Vi en sus ojos el inmenso amor que tenía por su madre, que no quería que nada le faltara y que estuviera al lado de alguien que le podía cuidar y proteger. Comprendí que si el me hace hizo ese tipo de encargos es porque considera que yo voy a ser una persona que cumple con esos requisitos y que va amarla de la misma manera que él. Por eso me considero el discípulo amado, puesto que a mí me dio y reveló otra responsabilidad que a ningún otro discípulo le dio: Cuidar a su Madre. Desde ese entonces la recibí en mi casa y la he cuidado mucho mientras pude estar con ella.
Es por eso que este día quiero trasladarte el mismo encargo.
¿Estás dispuesto a cuidar a su madre?
Recuerda que Jesús dijo alguna vez. Todo aquél que hace la voluntad de mi padre, ese es mi madre y mis hermanos.

El consejo que hoy quiero darte es: Además de cumplir con tus deberes dadas por Dios, otra responsabilidad que tienes es de cuidar de aquellos que también hacen la voluntad de Dios. Hay muchos como tú que también desean cumplir con la voluntad de Dios y tratan de hacerlo, pero lastimosamente muchas veces tienen piedras en el camino e impedimentos para hacerlo.

Muchas veces en el pueblo de Dios surge la fiebre del fariseo: Aquellos que aparentando tener un “celo santo” cierran sus ojos y sus oídos para poder escuchar lo que Dios también puede decir a través de otros y piensan que su organización, su familia o ellos mismos sólo tienen la única verdad. No hay cosa más dañina para el pueblo de Dios que exista críticas entre aquellos que dicen conocer a Dios y hablar de Dios. Esas críticas son las que perjudican a la obra del señor e impiden que la voluntad de Dios se haga a través de otros.
No permitas ser parte de ello. Evita criticar y juzgar a otros, sin antes conocer a la persona verdaderamente.

Escucha sin juzgar, habla sin ofender y observa sin despreciar...Tres valores que te harán ser justo con los demás.

Recuerda que tienes la obligación de hacer la voluntad de Dios, pero también eres responsable de cuidar de aquellos que la hacen.

Atte. Juan, el discípulo amado.

Referencia Bíblica:
San Juan 19: 26 - 27