DIA 29=> EL CONSEJO DE PEDRO
(Nunca es tarde para volver a empezar)
A partir de hoy vamos a ver lo que los apóstoles nos pueden aconsejar sobre su relación con el maestro.
En el libro de san marcos nos dice que el señor Jesucristo estableció a doce en primer lugar para que estuviesen con él.
Entonces que mejor que ellos para que nos cuente la experiencia al lado del maestro y que nos pueda aconsejar en este tiempo que nos encontramos deseosos de habitar en la presencia de Dios.
A partir de ahora se va a escribir todo como si el discípulo lo estuviera escribiendo para nosotros.
Que sea de mucha edificación estos últimos doce días.
Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a todos los que buscan habitar en la presencia de Dios.
Tengo muchas cosas para decirte pero creo que si hay que resumir mi consejo en unas cuantas palabras sería: NUNCA ES TARDE PARA VOLVER A EMPEZAR.
Nunca pensé que dejaría de ser pescador y dejaría mi barca, nunca me imagine que podría caminar sobre las aguas, aunque sea nos centímetros.
A medida que pasaba tiempo con Jesús y andaba con él todo mi entorno cambió. Hasta mi nombre fue cambiado. Lo que alguna vez fui simplemente el pescador gruñón de la barca 29, de pronto pasé a tener el cargo del guardián de las puertas del reino de los cielos.
Pero lo que más recuerdo, con un poco de tristeza y vergüenza es que cuando ya andaba con Jesús, cuando escuchaba todo lo que hablaba, cuando veía los milagros que hacía y hasta cuando yo me sentía que podía hacer algo de lo que él hacía, entonces un día creí y se lo dije que nunca jamás me voy alejar de él y ni mucho menos le voy a traicionar.
Al igual que al principio de mi vida, nunca me imagine que ya estando con Jesús las cosas cambiarían en mí, y llegaría al punto de alejarme de él, negarlo y por consiguiente traicionarlo.
Pero ese día llegó. Ya Jesús me lo había dicho, pero lo tome de broma.
Realmente estaba atemorizado de que podría morir. Si decía que sí, sabía que al día siguiente iban a matarme como él. Era tanto el odio que le tenían a él, que no sólo querían destruirlo sino también destruir a todos sus seguidores. Entre ellos estaba yo, y el hecho de poder morir crucificado en la cruz me daba miedo y espanto. Eso fue lo que me llevó a tener que negarlo y traicionarle.
Quizás hoy también te encuentras en esa misma situación.
Para quienes alguna vez oraban a Dios, leían la biblia, iban a la iglesia, caminaban con Jesús y le obedecían, sin embargo hoy sin darse cuenta también le traicionaron y están lejos de él. Hoy en día ya no oran, no leen la biblia y perdieron todas ganas de ir a la iglesia. Viven, al igual que yo, preocupados por su propia vida y satisfaciendo sus necesidades que les ofrece este mundo. Piensan que negando a Jesús y estando lejos de él lo van a conseguir. No hay nada mas engañoso que eso. Pero lo peor no es eso, lo peor es que piensan que luego de haberlo traicionado ya él no les volvería a recibir. Entonces de pronto vuelven hacer lo que antes hacían en el mundo.
Al igual que yo, que volví a pescar pensando que Jesús no me perdonaría, muchos piensan que luego de haber fallado a Dios, él no sería capaz de perdonarles. Pero así no es Jesús. Él jamás abandona en quien alguna vez invirtió su tiempo , estuvo con él y caminaba con él. Él no perderá un soldado a quien ha capacitado. Él está dispuesto a recibir a todo aquél que está dispuesto a comenzar de nuevo. Nunca es tarde para volver a empezar.
Yo me encontraba nuevamente en mi barco pescando peces, y abandoné el proyecto de pescar hombres, pensando que ya no sería parte de ese proyecto. Pero Jesús mi visitó nuevamente y cuando pensé que el me interrogaría y me preguntaría porque le negué y que se molestaría por lo que le había negado, él ni siquiera toco ese tema. El se acercó a mí, me tomó por los hombros y me dijo tres veces: ¿ME AMAS PEDRO? ¿ME AMAS PEDRO? ¿ME AMAS PEDRO?
Hizo que respondiera tres veces las mismas preguntas, como diciéndome: No me importa cuántas veces vas a fallarme, sólo quiero saber si después de que me falles aún me amas y si estarías dispuesto a empezar de nuevo.
Cada vez que le fallas él siempre te va hacer la misma pregunta que me hizo. Ante ello tú debes tener una respuesta.
Hoy también te quiero decir: Nunca pienses que ya no tienes perdón de Dios cuando le fallas y pecas. Él te hará la misma pregunta después de ello y él sólo espera tu respuesta. Si dices que sí entonces el seguirá trabajando en tu vida poco a poco; pero si dices que no, él no puede hacer nada más en tí. Todo depende de la respuesta que le des.
Recuerda: Siete veces cae el justo y vuelve a levantarse.
Atte. Peter, para mis amigos.
Referencia Bíblica:
San Juan 21: 15-19