DIA 8=> CONFESIÓN DE PECADOS Y ARREPENTIMIENTO
Ahora que ya hemos establecido un Altar en nuestro hogar para invocar el nombre de Dios y tenemos la palabra de Dios como medio para escucharle, entonces es momento de poder saber como presentarnos ante él.
Cuando Moisés había terminado de construir todo el tabernáculo de Reunión, la forma que deberían presentarse ante Dios era de la siguiente forma:
Moisés, Aarón y sus hijos LAVABAN en ella sus manos y sus pies.
Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban en el altar , se LAVABAN como le había mandado Jehová.
De la misma forma en nuestros días cuando vamos a presentarnos ante Dios debemos lavarnos y limpiarnos de nuestros pecados. Nuestro señor Jesucristo, se encargó completamente de ello, sin embargo todos tenemos la obligación de confesar nuestros pecados y arrepentirnos en el momento que nos presentamos ante Dios. Aún no somos perfectos y cada día nuestra carne tiende a pecar en alguna manera.
Cuando confesamos nuestros pecados y nos arrepentimos al instante la sangre de Cristo nos cubre y limpia de todo pecado y luego de ahí podremos acceder al Padre y tener comunión con él.
Gracias a la Biblia y a la ley que Dios a puesto en nuestros corazones podemos saber de que pecados nos tenemos que arrepentir.
En el libro de Isaías, cuando el profeta llama al arrepentimiento de los príncipes de Sodoma y Gomorra dice:
Oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de Nuestro Dios…
Lavaos, y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;…
Venid Luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana; como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Referencia Bíblica:
Exodo 40:30-32
Isaías 1: 16-18
Ahora que ya hemos establecido un Altar en nuestro hogar para invocar el nombre de Dios y tenemos la palabra de Dios como medio para escucharle, entonces es momento de poder saber como presentarnos ante él.
Cuando Moisés había terminado de construir todo el tabernáculo de Reunión, la forma que deberían presentarse ante Dios era de la siguiente forma:
Moisés, Aarón y sus hijos LAVABAN en ella sus manos y sus pies.
Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban en el altar , se LAVABAN como le había mandado Jehová.
De la misma forma en nuestros días cuando vamos a presentarnos ante Dios debemos lavarnos y limpiarnos de nuestros pecados. Nuestro señor Jesucristo, se encargó completamente de ello, sin embargo todos tenemos la obligación de confesar nuestros pecados y arrepentirnos en el momento que nos presentamos ante Dios. Aún no somos perfectos y cada día nuestra carne tiende a pecar en alguna manera.
Cuando confesamos nuestros pecados y nos arrepentimos al instante la sangre de Cristo nos cubre y limpia de todo pecado y luego de ahí podremos acceder al Padre y tener comunión con él.
Gracias a la Biblia y a la ley que Dios a puesto en nuestros corazones podemos saber de que pecados nos tenemos que arrepentir.
En el libro de Isaías, cuando el profeta llama al arrepentimiento de los príncipes de Sodoma y Gomorra dice:
Oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de Nuestro Dios…
Lavaos, y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;…
Venid Luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana; como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Referencia Bíblica:
Exodo 40:30-32
Isaías 1: 16-18
