DIA 10=> CREA EN MI UN CORAZÓN LIMPIO
David fácilmente pudo haber dicho:
Señor, Betsabé tiene la culpa, como es posible que puede bañarse en la azotea de su casa. Además ella no puso resistencia en ningún momento.
Señor, viéndolo bien después de todo yo no tengo la culpa.
Otro de las cosas que tenemos que tener en cuenta en este proceso de arrepentimiento o santificación es si somos capaces de reconocer el problema de nuestro pecado o maldad. Desde el padre adán tenemos la herencia de culpar a la otra persona.
Muchos tienen un montón de pretextos como excusas para no buscar a Dios: Que los diezmos, que las ofrendas, que la actitud, que la hipocresía, etc.
Pero no se dan cuenta que el único responsable son ellos mismos, por que su corazón no está completamente interesado en Dios. Si realmente amaran a Dios, no les interesaría el pecado de los demás ni les afectaría en nada en su comunión con Dios .
A veces por el pecado de los demás otros dejan de buscar a Dios.
Si Jesús hubiera sido afectado por la actitud de los fariseos,que también creían en Dios, entonces no hubiera cumplido con su propósito.
Es por eso que David, asumiendo todo ello, continua con su oración diciendo:
Crea en mí, Oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí
Como quien diciendo: Señor si tu creaste la naturaleza, los animales, las plantas y todo el universo; que te cuesta crear un nuevo corazón. La verdad qué el que tengo ni cambiado, ni pintado, ni lavado lo quiero. Porque este corazón está resentido, dolido, descontento, tiene rastros de adulterio, y ha ignorado tus leyes y no te ha buscado.
Por favor hazme un corazón limpio.
De la misma manera también nosotros debemos pedir a Dios que crea en nosotros un corazón limpio de tal manera que podamos deshacernos por completo de todas las malas actitudes que hemos ido guardando hasta ahorita en nuestro corazón.
Referencia Bíblica:
Salmos 51
