Hace un tiempo había visto que una chica cristiana había compartido una frase. Por lo general las personas en las redes sociales comparten frases, dichos, citas con los cuáles se identifican y están de acuerdo.
Así que una vez vi que una chica cristiana puso esta frase:
No necesito de nadie para comunicarme con Dios. Prefiero hablar con él a solas, sin templos, sin hipocresía.
Con la frase estaba menospreciando la importancia de poder asistir a la iglesia y también hace suponer que las personas que van a la iglesia son hipócritas.
Mi pregunta era: Cómo una persona llega a ese punto. Cómo una persona luego de ser parte de una congregación puede llegar a ese punto. Rechazando la iglesia y hablando mal de quienes están ahí.
Todo empieza con un proceso y para ello podemos leer el libro de Joel:
Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado.
Joel 1: 4
Cuando la vida espiritual es atacada va poco a poco degradándose hasta llegar a una decadencia espiritual. Los animales que hace referencia el libro de Joel, son símbolos de cómo es el proceso a la decadencia espiritual.
Cuando en la vida ya va desapareciendo los frutos del espíritu santo: amor, bondad, benignidad, paz, paciencia, longanimidad, mansedumbre, fe, etc. Es porque la oruga está tocando las vidas. Y si los frutos desaparecen entonces sólo queda las hojas.
2.- El saltón: Se come las hojas de las plantas.
Las hojas son los pulmones de las plantas. Ahí también se elabora el alimento para la planta. Tiene la función de respiración (tomar oxigeno) y transpiración (eliminar agua). Este proceso permite que las plantas puedan crecer, reproducirse, transportar nutrientes, etc.
Hay una frase que dice:
El hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto.
William Shakespeare
Los deseos que se tienen en las cosas de Dios, los planes para servirle mejor y los sueños espirituales son las hojas de nuestra vida.
Los sueños espirituales es lo que nos mantiene con vida. El desear cantar, el desear predicar, el desear evangelizar, el desear tener los dones de sanidad, etc. Cuando por nuestra mente abandonamos la idea de practicar los dones espirituales y cumplir nuestros sueños espirituales es que el saltón ya tocó nuestra vida.
3.- El reboltón: Se come las ramas.
Las ramas es la parte del árbol donde crece las hojas y los frutos.
Por la parte interna de las ramas circulan los nutrientes que hacen brotar los frutos y las hojas del árbol.
El alimento para nuestra vida espiritual es la palabra de Dios y la oración. Respiramos la palabra de Dios y transpiramos oración. Sin esas funciones no hay forma de crecer.
Cuando dejamos de leer la biblia y orar es cuando el reboltón está tocando nuestra vida. La falta de apetito espiritual, el poco deseo de querer congregarnos y oír la palabra de Dios es los síntomas de que el reboltón está haciendo su trabajo.
El reboltón tiene el propósito de cortar la comunión con Dios y ser un cristiano sin compromiso.
Ser como el hombre de la puerta del templo de la hermosa. Alguien que sabe las cosas que sucede en el mundo, en la calle, y también sabe lo que sucede dentro de la iglesia.
Son aquellas personas que se abstienen de comprometerse en las diversas actividades de la iglesia. Tienen una excusa perfecta para no hacer nada. Son cristianos sin compromiso para trabajar. Son casi domingueros y simples espectadores. Podrían activarse, claro que sí, pueden dar frutos, desde luego, pero necesitan del toque del espíritu santo.
El tallo es el órgano que sostiene las hojas, las flores y frutos.
Cuando la langosta se come el tallo de nuestra vida, ya nada nos importa de las cosas de Dios. Ya no queremos ser productivos en las cosas de Dios. Hacemos que nuestros talentos estén al servicio del mundo y somos consumidos por nuestro egoísmo, nuestras ambiciones personales, el egocentrismo y lo peor es que empezamos a rechazar las cosas de Dios.
Llegamos al punto de opinar en contra de las cosas de Dios. Hablar mal de la iglesia, de las personas de la iglesia, de los pastores y con el riesgo de que algún momento podemos llegar hablar mal de Dios.
Cuando llegamos a este punto, cuando la langosta a tocado nuestra vida es que hemos llegado a la degradación espiritual.
Cuando estamos en esta situación tenemos una opción:
Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes.
Apocalipsis 2:5
Porque las consecuencias pueden ser:
26) Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
27) y de igual modo también los hombres dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida de su extravío.
Romanos 1
11) Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira.
12) a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Tesalonicenses 2