Muchas veces cuando alguien fué lider en algún momento he hizo varias cosas "grandes", en ese instante se toma la ligereza de decir: vaya qué buen ministerio Dios le ha dado. Pero sin embargo luego que dejan el cargo o el ministerio las personas desaparecen, se ocupan en otras cosas y no cultivan el ministerio que "Dios les dió".
El problema cuando los ministerios son de corta durabilidad es que no inspiran a otras personas a continuar ni tampoco logra desafiar.
La mayor responsabilidad y el mayor trabajo de toda persona que fue líder en algún momento no es qué tanto hizo cuando estuvo en el cargo, sino qué tanto hace después de dejar los cargos: ya sea ministro de alabanza, predicador, pastor, etc.
Entonces la pregunta que me hice alguna vez fue:
¿Cómo sabemos que un ministerio es de Dios o no es de Dios?
¿Cómo saber si determinada persona hace lo que Dios le dijo que haga y que no fue algo que solo él quiso hacerlo?
En el libro de los hechos, capítulo 5, encontramos la historia de que los discípulos de Jesús estaban haciendo muchas cosas. Se habían tomando bien en serio la promesa de nuestro señor Jesucristo de que harían mayores cosas que él. Empezaron a predicar el evangelio con tanta pasión a todas las personas y dice la palabra de Dios que también a través ellos Dios hacían muchas señales y maravillas.
Miles de personas empezaron a escucharles, aceptar el mensaje y sobre todo a seguirles.Este hecho incomodó a los sacerdotes y a los saduceos. Se llenaron tanto de "envidia" o "celos" que empezaron a perseguirles y encarcelarlos.
Y en un momento cuando querían matarlos, un maestro de la Ley, les dijo:
35 «Hombres de Israel, piensen dos veces en lo que están a punto de hacer con estos hombres.
36 Hace algún tiempo surgió Teudas, jactándose de ser alguien, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores se dispersaron y allí se acabó todo.
37 Después de él surgió Judas el galileo, en los días del censo, y logró que la gente lo siguiera. A él también lo mataron, y todos sus secuaces se dispersaron.
38 En este caso les aconsejo que dejen a estos hombres en paz. ¡Suéltenlos! Si lo que se proponen y hacen es de origen humano, fracasará;
39 pero, si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios».
Hechos 5
La forma de saber si un ministerio es de Dios o no es de Dios es observando la durabilidad del ministerio. Por lo general si es de Dios no podrá estancarse, destruirse, ni desaparecer. Pero si toda obra es de origen humano, tarde o temprano desaparecerá.
Es así que podemos conocer si lo que hizo un determinado líder en algún momento era algo que Dios quiso o no .
Cómo líder estamos a desafiados a seguir en nuestro trabajo con el don y ministerio que Dios nos dió hasta los últimos años de nuestra vida, sin importar si tenemos un cargo o no y superando todas las dificultades con la ayuda absoluta de Dios.
Es la prueba para saber si somos una casa hecho sobre la roca o sobre la arena.